Con la mujer como protagonista, las obras de Pauline Curnier, que ahora se pueden ver en el Kiasma de Finlandia, entremezclan entretenimiento con juegos de poder en un ejercicio de puro éxtasis

Pauline Curnier Jardin | Museo Kiasma | StyleFeelFree. SFF magazine
Pauline Curnier Jardin. Fat to Ashes, 2021 | Cortesía de la artista y ChertLüdde, Berlin and Ellen de Bruijne Projects, Amsterdam | Foto: Still from Fat to Ashes | StyleFeelFree. SFF magazine

En el trabajo de la artista francesa Pauline Curnier Jardin (Marsella, 1980) se manifiesta una exploración en las relaciones de poder que se evidencian en la sociedad contemporánea. Para abordar esto, se interesa por la arquitectura grandiosa creada para los espectáculos de entretenimiento. Ello se corrobora en la exposición que le dedica el Museo de Arte Contemporáneo Kiasma, dependiente de la Nacional Gallery de Finlandia. Aquí, Pauline Curnier, junto a la escenógrafa Rachel García, ha creado unos decorados carnavalescos repletos de luces y colores que atraen al espectador. Es la primera muestra individual en Finlandia de esta artista visual conocida, principalmente, por sus obras cinematográficas, instalaciones y performances. De esta manera, el espacio expositivo de Kiasma se transforma en un grotesco parque temático que pretende poner de relieve a las mujeres y otras personas marginadas en la industria del entretenimiento. Lo hace convirtiéndolas, al mismo tiempo, en objetos de poder que cuestionan los rituales cristianos, el trabajo sexual y el envejecimiento en los cuerpos femeninos.

El paisaje sonoro creado para la ocasión genera una atmósfera de parque de atracciones. Pero, tanto la escenografía como el sonido nos advierten de que algo más ambiguo está a punto de surgir. Las instalaciones sirven de escenario para películas en las que se entremezclan entretenimiento y violencia. En este espacio, los cuerpos de las mujeres son objeto del ejercicio del poder, sin embargo, simultáneamente, ellas ejercen y subvierten este mismo poder. Para ello, estos trabajos recurren a la pasión y la violencia que se refleja, por ejemplo, en una instalación que se asemeja, exteriormente, al Coliseo, aunque también a una tarta de nata gigante. En la periferia de este parque temático hay dos obras de arte relacionadas con el trabajo sexual que han sido creadas por Curnier Jardin en colaboración con la Cooperativa Feel Good, un colectivo fundado en Roma para apoyar a las trabajadoras del sexo.

Bajo una luz estridente, y por momentos, cómica, los ejercicios artísticos de Cournier Jardin enfrentan el papel de la mujer en nuestros días, así como el de grupos marginados en el mundo europeo del espectáculo. Este es un tema en el que ha trabajado a lo largo de toda su carrera. De ahí que hay elementos recurrentes como los rituales, los desfiles, el éxtasis religioso, la carnalidad, la violencia, el trauma y el sexo. Son símbolos que buscan evocar sentimientos contradictorios. Como prueba, la sangre que brota en dos puntos distintos del recorrido puede apelar a pensamientos de guerra y violencia. Por otro lado, el sangrado es un elemento habitual en la vida de las mujeres que forma parte de su cotidianidad, como ocurre en el parto.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: The dawn is red when the dew coagulates
Artista: Pauline Curnier Jardin
Comisariado: Patrik Nyberg, Piia Oksanen y Max Hannus
Lugar: Planta 5 del Museo Kiasma, Helsinki, Finlandia
Fechas: del 11 de octubre al 23 de febrero de 2025
Horarios y tarifas: consultar