Nuevo curso expositivo en los museos: las mujeres enuncian la palabra 

La agenda de exposiciones del otoño 2024 en Europa plantea un escenario que se abre a nuevos caminos de investigación ampliando el conocimiento del cine, el textil y el arte digital con un panorama en el que las mujeres empiezan a ser protagonistas

El nuevo ciclo expositivo que arranca en septiembre en los museos de arte contemporáneo europeos pronostica un otoño 2024 repleto de hallazgos. Se constata al advertir la planificación de exposiciones que plantean temas nunca antes expuestos en profundidad. De este modo, vemos como se aborda el importante papel de la mujer en el desarrollo de la informática y el inicio del arte digital en el Mudam de Luxemburgo. Bajo el título Radical Software. Women Art & Computing 1960-1991 se estudia la historia del arte digital desde una perspectiva feminista. Esta muestra comprende más de cien obras de cincuenta artistas entre las que encontramos nombres como Elena Asins, Hanne Darboven o Sonia Sheridan. Igualmente, el arte digital es el protagonista de Electric Dreams: Art and Technology Before the Internet en la Tate Modern. Esta propuesta expositiva reúne a más de setenta artistas pioneros en el uso de las nuevas tecnologías y que, inspirándose en la ciencia, crearon arte que pone a prueba los sentidos.

Desde otra perspectiva, pero también a partir de la intersección entre ciencia y arte, se encuentra Ocean. Este itinerario, que se presenta como un viaje de descubrimiento, podrá visitarse en el Museo Louisiana a partir de octubre. Mientras, la obra de Hilma af Klint surge del interés de la artista por la búsqueda de conocimiento. Fue en 1906 cuando la sueca realizó sus primeras pinturas. Eran formas abstractas que remiten al mundo físico. A partir de octubre, es el Museo Guggenheim de Bilbao el que invita a indagar en su trabajo, prácticamente invisible hasta 1986, reconsiderando su papel en el desarrollo de la modernidad. Una modernidad en la que también ha tenido un papel crucial la artista belga Chantal Akerman a la que Jeu de Paume de París dedica una gran retrospectiva a partir del 28 de septiembre. Un recorrido que explora las distintas etapas de su carrera destacando los diferentes lugares en los que trabajó y filmó.

La misma importancia tienen los lugares en la obra de Rirkrit Tiravanija. La exposición que se desplegará en el Gropius Bau de Berlín, en septiembre, supone participar de la influencia en los procesos de creación del lugar en el que se desarrollan. Así, nos desplazamos junto al artista de Chicago a Nueva York, de Colonia a Berlín, o de Zúrich a Chiang Mai captando las huellas que estas ciudades han dejado en su obra. Una obra repleta de referencias a la historia del arte, al cine, a la gastronomía y que, a la vez, es una experiencia artística en constante cambio para los sentidos. Como el mismo artista de descendencia tailandesa declara “siempre he estado viajando, se trata de cambio y movimiento. Se trata de moverse para recordar que uno está viviendo”.

Por su parte, los viajes en el caso de Apichatpong Weerasethakul son oníricos ya que el cineasta tailandés aún reside en el país asiático en el que nació. Desde aquí, transita caminos alucinógenos como los que observamos en Uncle Boonmee, película con la que obtuvo la Palma de Oro en Cannes 2010. Ahora, el Centro Pompidou de París repasa su polifacética obra con una retrospectiva completa de su trabajo. A partir del 2 de octubre esta travesía alrededor de las imágenes de uno de los cineastas asiáticos más reconocidos de nuestro tiempo despliega una amplia variedad de recursos como cine, vídeo, instalaciones, fotografía, performance y realidad virtual.

Nuevamente el movimiento, y el hecho de nacer en un lugar y habitar otro, son clave en la obra de Sol Calero. La artista de origen venezolano y residente actualmente en Berlín, tras transitar otras ciudades, centra su trabajo en lo identitario. Lo hace explotando sus raíces latinoamericanas en una producción repleta de color y alusiones a la cultura popular sudamericana. Así se percibe en Guanábana, exposición que el 28 de septiembre abre en el Museo CA2M de Madrid. Igual de impactantes que las de Calero son las instalaciones de Pauline Curnier Jardin. La artista francesa pone el foco en las suposiciones sobre las mujeres y las comunidades marginadas para reconstruirlas a través de sus variados métodos de puesta en escena y narratividades. La historia, la mitología, la religión y el folclore le sirven de soporte para denunciar las normas y estereotipos predominantes. Todos estos discursos se encaran en la exposición que, en octubre, ocupará la quinta planta del museo finlandés Kiasma.

Terminamos este recorrido por las diez exposiciones del otoño 2024, más interesantes en Europa, con Unravel: The Power and Politics of Textiles in Art. Esta muestra, que pudo verse en las galerías de la Barbican londinense a principios de año, llega en septiembre al Museo Stedelijk. Así, el centro artístico ubicado en Ámsterdam será un gran escaparate en el que 47 artistas contemporáneos internacionales, de distintas generaciones, compartirán historias personales que a su vez son historias sociales y políticas que atañen al mundo actual. Porque si hay algo que afecta nuestro día a día son los textiles. Nos cubren, nos protegen, activan nuestros sentidos, nuestros recuerdos y a su vez representan nuestras creencias y gustos. Quizás por todo ello también es el recurso más desdeñado en la historia del arte. Entre los artistas que identificamos en esta muestra colectiva nombres imprescindibles como Louise Bourgeois, Tracey Emin o Sheila Hicks.
 

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