Fotógrafa, cineasta y trotamundos, así descubrimos a Agnès Varda en la exposición que le rinde homenaje en el CCCB de Barcelona, después de pasar por la Cinémathèque Française

Agnès Varda | CCCB Barcelona | StyleFeelFree. SFF magazine
Agnès Varda en el rodaje de Le Bonheur © 1964 ciné-tamaris | Foto: Marilou Parolini | StyleFeelFree. SFF magazine

El CCCB de Barcelona adapta la exposición Viva Varda! producida por la Cinémathèque Française de París, donde permaneció abierta hasta el pasado mes de enero. Lo hace ampliando el recorrido que pasa a denominarse Agnès Varda, Fotografíar, filmar, reciclar. Entre las novedades que podrán descubrirse en esta ocasión sobre la cineasta francesa se incluyen cuatro instalaciones fundamentales de su filmografía y un reportaje fotográfico inédito de su viaje a Cataluña en 1955. De este modo, la exposición invita a conocer su vida y obra. Igualmente, esta propuesta expositiva indaga en la producción artística de esta pionera de la Nouvelle Vague que experimentó con múltiples soportes y lenguajes artísticos. Su larga carrera, que abarca 70 años, la sitúa como una excepción entre las mujeres de su generación. Además, en su trayectoria, en la que filmó más de cuarenta películas, primero en analógico y luego en digital, siempre buscó renovarse. Rompió normas y clichés.

Mujer multidisciplinar, antes de ser directora de cine, Agnès Varda fue fotógrafa y retratista. Más adelante, en su última etapa creativa se atrevió con las instalaciones, produciendo varios trabajos para museos. El itinerario que plantea el centro de cultura catalán exhibe cuatro de estas creaciones y una selección de cortometrajes imprescindibles de su filmografía. Por otro lado, también nos acerca a su vida. Y sus viajes, hijos, amistades, así como sus relaciones, tanto con artistas y actores famosos como con personas anónimas y marginales. De la misma forma, se constata su participación en el movimiento hippie, en el feminismo o en la lucha de los Black Panthers. Todo ello nos da idea de su espíritu abierto y errante.

Un paseo por la exposición en el CCCB

A través de objetos personales, carteles, obras de arte o retratos y archivos fotográficos, distribuidos en cinco apartados, poco a poco la exposición entra en todas las facetas de la vida y obra de Agnès Varda. Siempre audaz, jugó con su propia imagen. El autorretrato para Varda era una forma de autoconocimiento, a la vez que un ejercicio lúdico que la llevó a disfrazarse para luego ponerse delante de la cámara. Lo vemos en el primer apartado de este recorrido, De aquí y allá: Varda y las imágenes, una selección de fotografías de Varda, junto a retratos de amigos y artistas. La segunda de estas secciones muestra íntegramente algunos de sus cortometrajes y da a conocer películas claves de su filmografía como su primer largometraje La Pointe Courte (1955). Esta película fue filmada por Varda cuando contaba solo con 26 años y no tenía experiencia cinematográfica previa.

El tercer apartado muestra la juventud y orígenes griegos de Agnès Varda. También algunos aspectos centrales en su biografía como su relación con el teatro, con la Nouvelle Vague, con su marido el cineasta Jacques Demy, con actores y actrices, con el mundo del arte y con los gatos. Todos ellos, junto a su productora Ciné-Tamais, que le facilitó libertad creativa, son una suerte de familias para Varda. Entre las muchas relaciones de Varda, además, cabe destacar, por su estrecha proximidad, la que mantuvo con la escultora Valentine Schlegel, de la que fue compañera sentimental; o Jean Vilar, figura clave del teatro francés. De igual manera, sostuvo sólidas amistades con figuras diversas como el artista Alexander Calder, cineastas como Chris Marker, Alain Resnais, Jean-Luc Godard, François Truffaut, Eric Rohmer, Claude Chabrol o Jacques Rivette. Del mismo modo, con actrices como Catherine Deneuve y Delphine Seyrig, entre otras.

Las dos últimas secciones de la exposición nos aproximan a su espíritu viajero, que se manifestó en sus múltiples viajes por todo el mundo, y su posicionamiento feminista. Por un lado, los viajes potenciaron su compromiso social al ser testigo de primera mano de los cambios sociales, revoluciones y movimientos de protesta. Así se constata en los filmes de los años sesenta y setenta. Películas como Salut les Cubains (1964) sobre la revolución cubana, Black Panthers (1968) o Lions Love (…and Lies) (1969) reflejan la efervescencia política y estética de la época. Por otro lado, su compromiso con la lucha por la emancipación femenina queda patente sobremanera en Una canta, otra no (1977). La postura feminista de Varda también se percibe en la forma de renovar los relatos y los personajes, ofreciendo una imagen de la mujer y la pareja contraria a lo que ella denomina “tópicos colectivos”.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Agnès Varda, Fotografíar, filmar, reciclar
Artista: Agnès Varda
Comisariado: Florence Tissot, con la colaboración artística de Rosalie Varda, y el asesoramiento de Imma Merino
Producción: Cinémathèque française de París en colaboración con Ciné-Tamaris y la contribución de Rosalie Varda y Mathieu Demy
Lugar: CCCB – Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Sala 3
Fechas: del 18 de julio al 8 de diciembre
Horarios y tarifas: consultar