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Recordando la futilidad de esconder un secreto, ‘Upon Entry’ presenta una cinta crítica con la filosofía americana, uniendo comedia negra y thriller con los problemas personales de una pareja migrante
La lotería de las Green Cards es un fenómeno digno de estudio. El programa, impulsado por el gobierno americano, ofrece permisos de residencia a sus solicitantes en función de sus aptitudes laborales y reconocimientos académicos. No obstante, a pesar del aparente positivismo de una medida como esta, la lotería migrante es un claro ejemplo de un problema mayor. La falacia de la tierra de las oportunidades ha sido desmontada más veces de las que uno puede contar, y la crisis migratoria occidental encuentra su epicentro en los Estados Unidos. Sin embargo, este problema no es único para las naciones sudamericanas, y cada vez son más los españoles que deciden emigrar buscando una vida mejor. Esta es la situación que enfrentan Diego y Elena. Una pareja barcelonesa que, tras un golpe de suerte, reciben la oportunidad de empezar de cero en Miami.
La película de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez supone un debut para ambos como directores. Una especie de rito de iniciación que pone a prueba lo aprendido tras dos extensas carreras en el mundo cinematográfico y que culmina con una ópera prima tan controvertida como personal. La fotografía de Vásquez plantea una percepción espacial que transforma lo mundano de un aeropuerto en un espacio inhóspito donde cualquiera puede ser un enemigo. Un campo de minas metafórico para cuya creación los directores han utilizado su propia experiencia como migrantes. De esta manera, la cinta encuentra su fortaleza en la alteración de los lugares que ocupa y aquellos que lo habitan. Una dramática puesta en escena que hace uso de las herramientas del thriller y el terror clásico para contar una historial real que ni se esconde ni busca hacerlo a la hora de emitir su mensaje político.
A través de sus breves setenta minutos, la película plantea cuestiones tan propias como universales a la hora de representar a las autoridades fronterizas. Una búsqueda hacia lo desconocido que pretende destapar los secretos de aquellos que entran en los Estados Unidos y que, en muchos casos, rompe con la legalidad y los pequeños silencios que construyen el amor moderno. Mediante una interpretación brillante liderada por Bruna Cusí, Upon Entry ahonda en los límites de la honestidad y el carácter de una fidelidad cuestionable. La verdad se construye con pequeñas mentiras, y la película se muestra reticente a dar un veredicto final sobre lo mostrado. En consecuencia, es el espectador el que debe sacar sus propias conclusiones uniendo las piezas de un puzzle propenso a plantear preguntas a las que quizá no siempre queramos dar respuesta.