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Con ‘Al descubierto’, Maria Schrader consigue un veraz e inteligente retrato a la industria de Hollywood recreando el escándalo del caso Weinstein
Las historias basadas en hechos reales son narraciones recurrentes en el cine de Hollywood. Históricamente era normal dejar un amplio rango de años entre los sucesos reales y la versión cinematográfica. No obstante, este rango cada vez es menor y un claro ejemplo de esto es Al descubierto. La cinta dirigida por Maria Schrader adapta el libro publicado en 2019 sobre la meteórica investigación de dos reporteras parar destapar los abusos de uno de los productores más importantes del mundo, Harvey Weinstein. Este drama periodístico adopta la estructura de otras obras de perfil similar como Spotlight o Todos los hombres del presidente. Aun así, no cae en la previsibilidad y consigue que el relato fluya pese a su extenso metraje.
En ciertos momentos la película recurre demasiado al diálogo en contraposición a la acción para dotar de toda la información necesaria al espectador. Pese a que esto podría poner en peligro el dramatismo de la historia que aborda al priorizar información a emoción, las poderosas interpretaciones de Zoe Kazan y Maria Carson aportan una gran humanidad al relato por lo que esta línea nunca se llega a cruzar. Además, el guion escrito por Rebecca Lankiewicz consigue aumentar el rimo de la historia con gran precisión. Un buen ejemplo de esto es la forma de exponer la presión del personaje de Weinstein a las periodistas. Y, sobre todo, hay que destacar los acertados flashbacks usados en momentos muy puntuales para enfatizar el dolor de las víctimas.
No es precisamente la originalidad en la puesta en escena uno de los puntos fuertes de la cinta. Aun así, se puede considerar que la dirección de Schrader en Al descubierto es más que acertada ya que prioriza el contenido al continente logrando dignificar a las víctimas y vertiendo una punzante crítica al sistema patriarcal que habita en la industria de Hollywood. Al fin y al cabo, esta es una historia que habla sobre el miedo. El miedo de unas artistas a un tiránico productor. El miedo de unas periodistas a fallarle a las víctimas. El miedo de unas mujeres a que otras pasen por su mismo miedo. Y, por encima de todo, el miedo a no cambiar como sociedad.