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Sara Dosa escribe en ‘Fire of love’ un relato íntimo y profundamente evocador que convierte a los volcanes en una poderosa metáfora a partir del archivo inédito de la pareja de vulcanólogos Maurice y Katie Krafft

Fire of Love | StyleFeelFree. SFF magazine
Imagen de la película Fire of Love | StyleFeelFree. SFF magazine

Se dice que en la década de 1960 se conocieron por primera vez. Por un lado estaba la geoquímica de carácter reservado Katie. Por otro lado, el intrépido y carismático geólogo Maurice. Y por último, los volcanes, la razón que unió a esta pareja francesa de vulcanólogos que se convirtió en el centro mediático de la comunidad científica. Y es que, al poco tiempo de casarse, ambos se dedicaron a recorrer el mundo en busca de volcanes activos para estudiarlos, documentarlos y filmarlos. De esta forma, mientras Katie escribía y fotografiaba sobre estas estructuras geológicas, Maurice utilizaba su cámara de 16mm para grabar las erupciones y hacer películas. Y gracias a todo este material, hoy, Sara Dosa rescata estos fragmentos para realizar Fire of Love, un documental que va más allá de lo biográfico y científico.

Ya desde el inicio, el montaje de Erin Casper y Jocelyn Chaput nos remite a esas películas de la Nouvelle Vague con pantallas partidas y asociaciones de imágenes. El inicio de Maurice es el Etna y para Katie es el Stromboli. Y en medio de los volcanes se acaban encontrando ambos. Este es el comienzo de la historia de amor que narra una voz en presente sumergiéndonos poco a poco en aquellas décadas de 1970, 1980 y 1990. Así, las imágenes que grabaron cobran vida y pronto nos sumergimos en la cabeza, o mejor dicho, en los corazones de estos vulcanólogos. Vemos, a través de ellos, cómo la lava se erige por los cielos formando hilos rojos y espesos que después crearán ríos de fuego. Contemplamos los cráteres, las piedras y las formas geológicas atrapándonos en la narrativa de la historia y comprendiendo así ese estilo de vida que eligieron.

Sin embargo, lo cierto es que esos videos sugieren más de lo que muestran. Además de los volcanes, nos muestran el silencio de Katie o la sonrisa de Maurice, sentados al borde de un cráter. De repente, sin darnos cuenta, estas formas geológicas dejan de ser algo puramente científico o lúdico. La información que transmite el montaje va tejiendo un significado creando imágenes mentales y pequeños fragmentos imaginarios. De tal manera, los huecos narrativos se vuelven el punto fuerte del discurso de Sara Dosa y esas ausencias en los videos, completan la historia de la pareja. Delante de la cámara está uno. Pero detrás de la cámara imaginamos al otro, sonriendo posiblemente mientras retrata a sus dos almas gemelas. Y en medio de todo ello, esos volcanes comienzan a tener otro significado. Escriben la historia de Katie y Maurice. Pero también hablan sobre nuestra comprensión del amor.
 

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