La exposición ‘Campo de imágenes’ del fotógrafo Paolo Gasparini, en Fundación MAPFRE de Madrid, presenta un continente latinoamericano diverso y lleno de contrastes
El desplazamiento es crucial para entender la obra de Paolo Gasparini (Italia, 1934). El fotógrafo emigra a Caracas con veinte años, en un principio siguiendo los pasos de su hermano Graziano, arquitecto ya de renombre. Un año más tarde, se instala en Venezuela de forma definitiva para evadir el servicio militar. Sus viajes, especialmente recorriendo América Latina, marcan firmemente su trabajo artístico. La monográfica Campo de imágenes que muestra la Fundación MAPFRE de Madrid y que forma parte de la programación oficial de PHotoEspaña, así lo constata. Comisariada por María Wills, las 300 obras de esta exposición marcan un itinerario de seis décadas por ciudades como Caracas, La Habana o Ciudad de México. No obstante, también explora algunas urbes europeas como Múnich, París o Londres. “Las fotografías de Gasparini reflexionan sobre los efectos de décadas de migraciones políticas en los siglos XX y XXI”, señala al respecto Wills.
Cabe además destacar en su obra la especial relevancia de la producción fotográfica centrada en las construcciones arquitectónicas. Este interés es también impulsado por los proyectos que le encarga la Unesco para fotografiar las arquitecturas del continente latinoamericano. Son misiones que le llevan a atravesar Latinoamérica fotografiando sus arquitecturas. Desde México hasta la pampa argentina y desde Brasilia hasta Machu Picchu. De hecho, sus primeros trabajos, en paralelo a su obra más personal, se desarrollan en Venezuela y Cuba documentando sus edificaciones. Entre 1961 y 1965 recorre La Habana tomando fotografías de la arquitectura colonial y el estilo barroco habaneros. Como consecuencia, sus imágenes sirven de archivo de los proyectos arquitectónicos tanto de las construcciones precolombinas y coloniales como de las contemporáneas del continente.
El Fotolibro en la trayectoria de Paolo Gasparini
Los fotolibros han sido piezas fundamentales para narrar la historia de la fotografía. Más aún si hablamos de Latinoamérica. En la carrera de Paolo Gasparini hay que destacar varios fotolibros. De entre estos, Para verte mejor, América Latina (1972), cuya maqueta original se muestra en esta exposición, es considerado uno de los más emblemáticos de la historia. El punto de partida para su creación fue el propósito de ilustrar la arquitectura latinoamericana. Este proyecto, realizado junto al historiador Damián Bayón, se incluye entre los trabajos que Gasparini realizó para la Unesco.
Por su parte, Andata e ritorno (1953-2016) revisa sus series en el tiempo dando algunas claves sobre su modo de trabajar. De este modo, identificamos uno de los rasgos en la obra del artista, la ruptura temporal. Gasparini revisa sus series en el tiempo y crea relatos en los que América Latina dialoga con otras latitudes. De tal forma, observamos otro de sus rasgos característicos, las contradicciones. Contradicciones, en este caso, entre Europa y Latinoamérica. Concretamente, entre su lugar de nacimiento (Goriza, Italia) y su lugar de adopción (Caracas). Dos mundos, en apariencia opuestos. Pero ambos golpeados por la sociedad de consumo. Una sociedad con la que el fotógrafo italiano es siempre crítico.
En contraste con sus fotografías arquitectónicas una gran parte de la producción de Paolo Gasparini la ha dedicado a registrar las tensiones y contradicciones culturales del continente sudamericano. Esto se aprecia ya en su primer fotolibro, Babare. En esta publicación se centra en retratar el modo de vida de los campesinos en el medio rural y la comunidad wayú. Es un fotolibro, publicado en 1959, que como el propio artista reconoce está influenciado por la obra de Paul Strand. En él realiza un reportaje de denuncia basado en retratar el modo de vida de este pueblo.
Ideologías revolucionarias
Este recorrido por la trayectoria de Paolo Gasparini, con obras que forman parte de las Colecciones de Fundación MAPFRE, nos adentra en su ideario. Un ideario que ha mirado a Latinoamérica tratando de eliminar las visiones etnocéntricas y los estereotipos que históricamente han definido el continente. Así, sus fotografías, siempre comprometidas, se hicieron eco de los nacionalismos y populismos que asolaron América Latina. Coincidiendo con las revueltas de los años sesenta en Cuba el artista siente el imperativo moral de reflejar los sucesos que acontecen. Además, se suma al discurso de los intelectuales de izquierdas, que en aquella época abogaban por un arte de carácter social. No obstante, con el paso de los años ese compromiso se ha transformado y ha devenido en una postura menos radicalizada. Desde ahí, pretende hacer justicia, englobando todos los puntos de vista, denunciando cualquier tipo de extremismo.
Volviendo a los años que pasa en Cuba, Gasparini se identifica con su ideología revolucionaria compartiendo su entusiasmo. Colabora con el suplemento literario Lunes de Revolución y trabaja en el Consejo Nacional de Cultura. Por esta época, el cine y la fotografía sirven de vehículo para difundir la Revolución por lo que viven un momento de esplendor. Esto le lleva a colaborar con cineastas como Armand Gatti o Agnès Varda. Colaboraciones que le sirve para conocer algunos recursos expresivos y técnicos que marcan su práctica fotográfica. En especial, los audiovisuales posteriores a 1980.
A lo largo de su carrera Paolo Gasparini regresa a Cuba en varias ocasiones. El fotógrafo resume su experiencia al declarar que “la Revolución cubana, en cierto momento significó la utopía, la alternativa, la posibilidad de creación del hombre nuevo. Hoy ha tomado un rumbo que no es el que habíamos pensado. Y eso nos crea una gran decepción, amargura y falta de credibilidad”.
DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN
Título: Campo de imágenesArtista: Paolo Gasparini
Comisariado: María Wills Londoño
Producción: Fundación MAPFRE
Lugar: Fundación MAPFRE de Madrid. Sala Recoletos (Paseo de Recoletos, 23)
Fechas: del 1 de junio al 28 de agosto de 2022
Precio [entrada a exposición]: Entrada general: 5 € / Entrada gratuita los lunes de 14:00 a 20:00 h (no festivos)
Compra de entradas: consultar
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