- La ley de Teherán | Cámara a la fuga entre drogas y misterios - 23 junio, 2022
- La brigada de la cocina | Empatía emplatada y lista para servir - 15 junio, 2022
- Regreso a Reims | Matanza, ven y actúa - 10 junio, 2022
Combinando comedia y crítica social Louis-Julien Petit, en ‘La brigada de la cocina’, dirige una cinta enternecedora en la que platos de cocina y personas desfavorecidas forman un equipo imparable
Cathy Marie, una chef de gran talento, se ve obligada a dejar su puesto de trabajo en un restaurante de renombre después de una discusión con su superior. Tras el incidente decide abrir un local propio que termina siendo un terrible fracaso. Al verse en una tesitura en la que las dificultades económicas acaban implicando demasiado, accede a un puesto de trabajo como cocinera en la cafetería de un centro para jóvenes inmigrantes. Partiendo de esta idea, Louis-Julien Petit, en La brigada de la cocina, plantea una cinta de comedia social en la que Cathy y los jóvenes del centro establecen una amistad basada en el amor por el arte de la gastronomía.
La brigada de la cocina se fundamenta en la empatía. Todo el filme se basa en establecer dicha relación entre el espectador y sus personajes. El método que sigue para lograr este fin es el de crear personalidades en las que sea fácil reflejarse. Por ello, el eje principal de sus personajes son los sueños. Todas las personas persiguen alcanzar una meta. En consecuencia, cuando vemos en pantalla a alguien aspirando al mismo objetivo uno se siente identificado. No obstante, esta persecución no puede implicar un camino sencillo, ya que las personas en general se sienten más identificadas con las figuras desfavorecidas. Por ende, hace del camino a la cima de sus protagonistas una senda pedregosa, un viaje lleno de obstáculos en el que la comedia siempre está presente.
El conjunto que forma La brigada de la cocina es funcional. Una película entretenida de carácter cómico y social que garantiza un visionado animado. El filme llega incluso a plantear algunas preguntas de un calado más profundo una vez terminada. Sin embargo, a pesar de ser uno de sus grandes logros, el largometraje no termina de alcanzar su verdadero potencial. Esto se debe al amplio elenco de la obra. Cada personaje dispone de un carácter bien construido, repleto de fuertes metas e inseguridades. A pesar de esto, la cantidad de personas en pantalla obliga a disponer de muy poco tiempo para cada uno. Por consiguiente, alcanza a unir a todos los personajes, pero no se les permite explotar en pantalla. Es decir, Louis-Julien Petit llena la cinta de un potencial eficiente que aspira a cotas más altas.