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Codirigida por Bernanrd Campan y Alexandre Jollien ‘Mentes maravillosas’ es una road movie llena de humor y ternura en la que destaca la interpretación de Alexandre Jollien
Mentes maravillosas codirigida por Bernanrd Campan y Alexandre Jollien trata acerca de la amistad. Louis, el encargado de una funeraria totalmente sumido en una actitud cínica se topa con Igor, repartidor de verduras a domicilio. A partir de este fortuito incidente da inicio una road movie en la que se busca demostrar el poder del amor entre dos personas. Con esta premisa, inicia una cinta entrañable, llena de momentos conmovedores. Situaciones en las que los personajes aceptan sus errores y abren su corazón. Todo ello, a bordo de un formato que aspira a cambiarnos una vez terminemos de verla.
Al igual que en Rain Man o El intocable el largometraje se cimenta en sus arcos narrativos. Ambos protagonistas comienzan una colaboración forzados. Además, siendo completamente contrapuestos. Partiendo de aquí, inicia un juego de confrontaciones. Las manías y vicios de uno molestan al otro. Sus dos formas de ver el mundo chocan frontalmente. Desde este punto, inicia la otra mitad del arco. Ambas partes empiezan a entenderse. Descubren lentamente el universo del otro convirtiéndose en nuevos individuos. Esta es la teoría. En la práctica, Mentes maravillosas rechaza la visceralidad inherente a la primera mitad del arco y la tensión que la acompaña. A su vez, se deja de lado los pequeños detalles, un elemento clave en obras como Green Book. De esta manera, los directores comprimen la narrativa y relegan toda la fuerza a la comedia y la actuación.
La interpretación es brillante. Bernard Campan en el papel de Louis mantiene un equilibrio magnífico entre frialdad y dulzura. Un director de funeraria que conserva su porte serio mientras que nos confiesa con la mirada una soledad enternecedora. Aún así, el foco de la atención se lo lleva Igor. Encarnado por Alexandre Jollien juega un rol clave. Sobre sus hombros recae la responsabilidad de hacer avanzar la trama. Al mismo tiempo, él es quien más tiempo en pantalla acapara. Esto último, puede parecer poco relevante, sin embargo, al tratarse de un personaje discapacitado la dificultad se vuelve abismal. Su interpretación tiene que mantenerse creíble, entretenida y dinámica. Todo ello, cargando con una movilidad reducida y un habla dificultosa. Sin duda, es el gran protagonista de Mentes maravillosas. Sin él el filme no funcionaría.