- CODA | Entre la música y el silencio - 13 febrero, 2022
- Canción sin nombre | Nuevas viejas historias - 30 enero, 2022
- El show de Truman (1998) | Una falsa realidad - 29 enero, 2022
Siân Heder nos cuenta en ‘CODA’, su segundo largometraje, la historia de una adolescente atrapada entre el deber familiar y su ambición por el canto
En una temporada en la que las historias de adolescentes buscando su camino han sido protagonistas, CODA es la película que viene a reconfortarnos este año. El título del filme viene de las siglas en inglés Child Of Deaf Adults (Hijo-a de padres sordos). En este relato, las habituales tensiones que existen entre una hastiada adolescente y sus padres se magnifican. Todo porque la protagonista intenta encontrar un balance entre su pasión por el canto y la presión que siente al tener que cuidar a su familia que es sorda. En muchos momentos la película es divertida y sincera, aunque Siân Heder, en ocasiones, recurra a situaciones que algunos espectadores pudieran considerar cliché. A pesar de ello, el corazón de la película son los Rossi y la personalidad única de cada miembro del clan.
La historia transcurre en la comunidad pesquera en Gloucester, Massachusetts. Ahí, Ruby Rossi, una adolescente de diecisiete años, trabaja en la embarcación de su familia, antes de ir al instituto. Durante toda su vida, ha sido la traductora de familia. Además, está constantemente apartando a personas que quieren aprovecharse de ellos por su discapacidad auditiva. Por si fuera poco, ella es constantemente el punto de burlas de sus compañeros —porque siempre huele a pescado— y la mayor parte del tiempo trata de buscar la forma de pasar desapercibida. Sin embargo, al inscribirse en el coro, Bernardo, el profesor de canto, la toma muy en cuenta. Esto genera una serie de problemas para los Rossi porque no están acostumbrados a interactuar con la comunidad sin su leal traductora.
CODA tiene los usuales elementos de una típica historia sobre adolescentes en su camino a la madurez. Por ejemplo, la protagonista es una chica con ambiciones más grandes que las de su familia. A pesar de todo esto, lo que hace a esta película diferente es la relación entre Ruby y el resto de los Rossi. Como la única persona que puede oír, sus padres no dudan de su presencia porque gracias a ella el negocio pesquero sigue a flote. Pero esa responsabilidad se ha convertido en una carga, algo que se hace evidente gracias a la sutil interpretación de Emilia Jones como Ruby. Progresivamente, Jones muestra a una joven que está en conflicto con el resentimiento que siente hacia sus seres queridos y su deber de protegerlos.
Por momentos, puede que Heder se apoye en lo sentimental, poniendo en riesgo la sutil evolución de Ruby. No obstante, nunca convierte a los Rossi en personas magnánimas por el simple hecho de ser sordos. Por el contrario, son personajes complejos, cuya discapacidad es un obstáculo. Aún así, eso no es lo que los define como personas. Los tres coprotagonistas de Jones son actores sordomudos, lo que les da una naturalidad a las interacciones y les permite ser libres en sus interpretaciones. En ese trío, cabe resaltar a la ganadora del Óscar, Marlee Matlin, que brilla como Jackie, la madre de Ruby.