The Homeless Gospel Choir y Teenage Halloween. Maldito año nuevo 

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Jaime G.

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Como bandas hermanas y unidas por el espíritu DIY, The Homeless Gospel Choir y Teenage Halloween celebran su vuelta a las andadas con un split de cuatro canciones

Siempre es una sorpresa agradable encontrarse con un split, que no es otra cosa que un disco hecho a medias entre dos grupos. Un formato no demasiado habitual, pero sí de lo más representativo de la ética Do It Yourself en la música. Más allá de que permita compartir lo que cuesta editar el lanzamiento en físico, un split dibuja un espacio común, abierto. Hazlo Tú Mismo, y mejor si es con amigos. En el caso de The Homeless Gospel Choir y Teenage Halloween, su nuevo EP es sobre todo un reencuentro. Un gran abrazo —a medio camino entre Pensilvania y Nueva Jersey— entre ambas bandas después de mucho tiempo sin poder verse. La culpa, cómo no, es de la pandemia. Con las guitarras desempolvadas, su vuelta conjunta al estudio de grabación nos recuerda que, a pesar de todo, su característico punk sigue vivo y coleando.

Hasta este primero de enero, hacía casi dos años ya desde los últimos trabajos de ambos grupos. Aunque los integrantes de Teenage Halloween estaban más que familiarizados con la escena underground local, 2020 fue el año de su debut. En su primer LP, el cuarteto desataba una rabia incendiaria anti-todo a ritmo de puro punk rock que en este split se ve algo rebajada. Y lo hace en el mejor sentido posible, dejando ver que por fin han dado con ese sonido power pop que buscaban desde el principio. No por ello abandonan la explícita carga política de sus letras, haciendo de cada canción una carta-bomba escrita como acto de resistencia queer. “Don’t really want to teach a gender studies class in every conversation I have”, cantan en Floating.

Como buenos folk-punks de corazón que son, a Teenage Halloween se les da bien convertir la rabia y desolación en esperanzas por un mundo mejor. En Burn, su otra pista en el EP, no lo pueden dejar más claro: “I wanna burn this city down /And rise from the ashes”. Una forma de enfrentarse al presente que comparte Derek Zanetti, líder de la banda que domina la primera mitad del split, The Homeless Gospel Choir. Ninguna duda de que aquí Zanetti no solo está en sintonía total con sus compañeros, sino también con el estilo de su anterior entrega. Sus dos temas, Harrisburg Shoes y Pittsburgh Shoes, narran el camino entre sendas ciudades de Pensilvania. La primera, la capital del estado; la segunda, el hogar de THGC. Por muy ardua que sea la travesía, siempre habrá quien la camine contigo, o quién te espere en casa con los brazos abiertos.