Mold! Eco y exclamación 

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Jaime G.

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Mold! debuta en el largo formato con ‘No Silence!’ exportando, desde Miami al mundo entero, un sonido propio tan oscuro como bailable

Aficionados a los finales abruptos, Mold! encuentran placer en dejar sonando hasta extinguirse la última nota de cada canción. Ya sea sobre el escenario o dentro del estudio, se las arreglan para acumular toda su energía para finalmente soltarla en el último rasgueo. Así lo han demostrado en el par de años que llevan tocando por Florida, estado que ha acogido a esta banda emergente de ascendencia latina. Sin embargo, no ha sido hasta el pasado jueves 16 de septiembre que el resto del planeta hemos podido experimentar su esencia al completo. Su primer álbum se llama No Silence! y promete encandilar especialmente a los fanáticos del shoegaze y del rock más sombrío.

Ya solo las influencias del cuarteto para este LP —a las que han dedicado una lista de reproducción en Spotify— dicen mucho sobre ellos. Además de fijarse en grupos históricos como Animal Collective o Radiohead, se sienten atraídos por la vertiente más experimental de otros artistas más clásicos. John Coltrane, Miles Davis y The Beatles también figuran como inspiraciones para la banda, quienes buscan contagiarse de aquel espíritu rompedor que les hizo gigantes. Queda claro que Mold! apuntan hacia lo más alto, por lo que también han estado muy atentos a los detalles técnicos. Así, además de al frente del micro, las cuerdas y los sintes, el líder del conjunto Carlo Barbacci se puso al mando de la producción. Sumado a que éste se trata de un álbum autoeditado, nos encontramos nada menos que ante una agrupación multitarea.

Una guitarra distorsionada y punzante se erige como la máxima protagonista de la primera pista, y realmente del disco en general. Pero pronto, aunque sin abandonar la armonía, No Silence! va acercándose a un punto en el que solo queda el eco. Como oyente, ya carece de sentido tratar de pararse a desencriptar ese conjunto de instrumentos cada vez más perdido en la inmensidad. Jake Lara (sintetizadores), Julian Beltran (bajo) y Carlos Dearmas (batería) crean entonces una verdadera orquesta noise. Cabe mencionar que el encargado de perfilar el atrapador sonido que Mold! ha cultivado en estas once canciones no es otro que Dave Cooley. Como responsable de la masterización de este LP, Cooley vuelve a ampliar su larga lista de proyectos en los que ha participado este año. Children Collide o quickly, quickly son dos buenos y recientes ejemplos de artistas que le han fichado para sus más recientes trabajos.