Children Collide. Nueva era 

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Jaime G.

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Más explosivos que nunca, los australianos Children Collide proclaman su renacer como grupo con su nuevo álbum ‘Time Itself’

Nueve años después de su última entrega y tras la reagrupación de la banda en 2019, Children Collide vuelve a las andadas. Time Itself (Spinning Top), su cuarto álbum, es la prueba fehaciente de que al trío el paso del tiempo les ha sentado mejor que bien. Si bien su regreso es motivo de celebración, no es en sí mismo una sorpresa. Aurora fue, ya hace dos años, el primer adelanto del disco publicado este último viernes de agosto. En 2020 dejaron caer Funeral for a Ghost, desatando comparaciones con grupos como Nirvana que ahora, tras escuchar el LP al completo, se quedan cortas. La formación promete riffs aplastantes, malabarismo con los pedales y una fuerte presencia de bajo con la que cumple hasta el último estribillo.

La melosa introducción a guitarra con la que Man of the People abre el álbum pronto se ve sucedida por una avalancha de ruido. Aún con los pies clavados en el presente, es evidente que al trío le mueve una retromanía sana de la que saben no abusar. El resultado es casi una visita guiada por los lugares recónditos de lo que hoy llamamos indie rock. Así, mientras temas como Uh Oh recuerdan a Cage The Elephant, otros como Trampoline y Turrets albergan una esencia noise a lo Sonic Youth. Excepto esta última, el resto de canciones de la cara A fueron publicadas como sencillos antes de la salida del disco. Una decisión que, mirándolo por el lado negativo, le ha costado a Children Collide el sorprender a sus seguidores en los primeros veinte minutos. Por suerte, la cara B es aún mejor.

No es casualidad que donde se percibe una mayor experimentación acústica sea en Mind Spider, pues es el corte más largo de todo el LP. Terminado el trance de seis minutos y medio, la formación vuelve a la carga con Myriad Ways, otro perfecto ejemplo de su estilo abrupto. El último cuarto de hora de Time Itself se erige como un armazón de sus composiciones más cañeras hasta el momento. Entonces, sin prisa pero con la distorsión subida al máximo, en Return to Femmes y SPS desbordan pura actitud grunge con un toque personal. Para Johnny Mackay, Ryan Caesar y Chelsea Wheatley, cada canción es un recipiente en el que volcar su cúmulo de ideas fascinantes. Ha pasado casi una década hasta que lo han vuelto a demostrar, pero mejor tarde que nunca.