The Goon Sax. Reflexionar el desorden 

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El estilo directo y punzante de The Goon Sax se reviste de nuevos matices en ‘Mirror II’, el tercer álbum de la banda australiana

No es sencillo encasillar la música de The Goon Sax dentro de un solo género. En el caso de sus tres integrantes —Riley, James y Louis— las cosas tienden a fluir más allá de categorías fijas. Por ello, para dar forma a su nuevo disco se mudaron juntos a una casa de la que hicieron su espacio compartido de creación colaborativa. Mirror II es el título de lo que salió de allí, un álbum moldeado por las experiencias vitales e influencias sonoras del trío de Brisbane. Se trata de su tercera entrega, con la que además se estrenan como parte de la casa de discos neoyorquina Matador Records. Mientras que en sus anteriores LP entonaban sus ansiedades adolescentes en clave de jangle-pop, éste último responde a la confusa transición hacia la edad adulta.

El contraste del álbum con sus predecesores Up to Anything y We’re Not Talking resulta llamativo inmediatamente. Sin embargo, las nuevas decisiones del grupo en esta entrega no se sienten bajo ningún concepto forzadas. Por ello, el lugar de Mirror II en su discografía parece estar más bien marcado por la evolución natural de cada uno de los miembros. No tanto en lo que se refiere a ellos como intérpretes, sino a su relación personal con la música. Lo mismo sucede con la temática de las letras, reflejo de una introspección que parece imposible expresar por un medio distinto a una canción. Ya desde el primer corte, la banda se dirige río abajo hasta lo más profundo del universo estético que les rodea. Reflejado en cada estrofa y en su forma de componer, su imaginario —lejos de resultar pretencioso— contiene su poética percepción del mundo.

Aprovechando sus dotes como multinstrumentistas, The Goon Sax juegan con la estructura en cada canción. La variedad domina ambas caras del LP, pero la magia de su aparente aleatoriedad se aprecia mejor si se escucha en el orden del tracklist. Así, el disco avanza como una amalgama de estilos que van desde el folk hasta el noise, todos pasados por el particular filtro del trío.