- Buscando a la mágica Doremi | Haciéndonos mayores - 14 enero, 2022
- My beautiful Baghdad | Existir en el exilio - 29 diciembre, 2021
- Cerca de ti | La vida, en las cosas simples - 15 diciembre, 2021
Con una premisa que engancha y un ligero toque de cine gore, Mar Targarona se atreve con el thriller en ‘Dos’, su última película
Dos personas, un hombre y una mujer, se despiertan desnudos en la cama de una habitación de hotel. Que no se conozcan de nada, ni recuerden como han llegado allí son preocupaciones menores comparadas con el melón que descubren bajo las sábanas. Están pegados. Cosidos. Abdomen con abdomen. Piel con piel. Esta es la premisa, el high concept, de Dos, la última película de la productora y realizadora catalana Mar Targarona. Un título que incluye entre sus tres caracteres las iniciales de los nombres de sus protagonistas, David y Sara. En la relación entre estos dos personajes, en sus tensiones y desconfianzas, está la clave para el desarrollo del filme.
Con una única localización y prácticamente solo dos actores, Targarona compone desde lo pequeño un thriller inquietante y de buen ritmo. La escasa duración del metraje, que apenas llega a los 70 minutos, hace que la película se pase en un suspiro. Una concisión que en otras propuestas puede ser de agradecer, pero que en este caso deja la cinta un tanto corta. Lo bueno, si breve, no es siempre dos veces bueno. Dos admite unos minutos extra. Un añadido que bien podrían emplearse para trabajar con más detenimiento la claustrofobia y el rechazo a tener un cuerpo ajeno pegado al propio. Se echa de menos un acercamiento a lo incómodo al estilo de Gaspar Noé. El uso de planos secuencia habría sido también una alternativa interesante.
Con todo, el clímax de la historia supone un empaque final que da unidad y coherencia a la propuesta. La cinta tiene un marcado potencial internacional, algo que de seguro supo ver Netflix, que la ha producido. Y es que Targarona introduce algunos elementos que son más típicos del cine estadounidense y otros más ligados al de autor. Incluso se atreve con la comedia en escenas como cuando la pareja se ve obligada a mear sin poder separarse del otro. Asimismo, la inclinación al género gore es la justa para no perder a una audiencia media, pero sin dejar de complacer a otra más acostumbrada. En este sentido, Dos recuerda ligeramente a la saga Saw, pero con el punto de suspense y acertijo matemático de otras películas como El número 23 de Joel Schumacher.