- Parannoul. Nubes de ruido - 26 marzo, 2022
- La Plata. Adiós, vieja oscuridad - 13 marzo, 2022
- Lucas Bolaño (Estrella Fugaz): «Me gusta sumergirme en lo cotidiano» - 18 febrero, 2022
Con motivo del Sound Isidro 2021, los madrileños VVV [Trippin’you] y la formación valenciana La Plata protagonizaron una jornada muy especial en la sala La Riviera
Hace apenas dos meses, el ciclo Sound Isidro 2021 se encargaba de anunciar un importante acontecimiento para el panorama alternativo nacional. Para abrir su séptima semana de conciertos, nada mejor que una cita doble con bandas de una actitud tan excepcional como VVV y La Plata. La emoción colectiva ante la noticia se reflejó en un temprano sold out y el anuncio de un segundo pase para la misma jornada. Tras meses de lidiar con medidas sanitarias, uno ya está curado de espanto y casi no se sorprende cuando lee “Apertura de puertas: 16:30h”. Si la Nueva Normalidad era ir a bolos de post-punk a la hora de la siesta, pues bienvenida sea.
Llegó por fin el viernes 11 de junio, día marcado en rojo en el calendario y una fecha igualmente especial para los dos grupos. VVV lanzaron Escama, su segundo álbum, no mucho antes de que estallara la pandemia, por lo que su presentación en directo tuvo que esperar. Por fortuna, llevan girando con su Los Bailes Perdidos Tour 2021 desde este abril, y la sala madrileña La Riviera fue su quinta parada. Ya sobre el escenario y tras un saludo, Ataque de Pánico en la Sierra inmediatamente puso el local a vibrar a 140 beats por minuto. De principio a fin, la puesta en escena del trío fue un espectáculo visual hipnótico, cortesía de los visuales diseñados por Rodrigo Rojo (chrome.xyz). Junto a Juan Correia a cargo de las luces y con Miguel Grimaldo en el sonido, la banda y su equipo cuidan cada pequeño detalle.
Los tres cuartos de hora de concierto de VVV estuvieron repletos de sorpresas. La primera, una inesperada versión de nada menos que Estrella de mar de Amaral seguida de un pequeño interludio instrumental de electrónica hardcore. Sin duda, varios minutos en los que permanecer sentado mientras retumbaban los bajos supuso un esfuerzo sobrehumano para toda la pista. Todavía reacios a bajar un poco el ritmo, lo siguiente que hicieron sonar fue Siroco. Un tema que, al igual que cierra el disco de Escama, fue el último de la parte más maquinera del bolo. “Ahora una balada”, dijo Adrián refiriéndose a Redención antes de empezar a cantar la canción que marcaría el ecuador de su actuación. Aún así, la segunda mitad comenzó por todo lo alto con la llamada a Depresión Sonora a subir al escenario para interpretar conjuntamente Fuego Cruzado.
A través de un hechizante directo, el trío madrileño se reafirmó como un conjunto capaz de conjugar la euforia fiestera con el puro sentimiento. No faltaron tampoco un par de temas todavía sin publicar que tocaron justo antes y después de Destrucción, canción imprescindible en su repertorio. La primera novedad fue una pieza en la que Elinor, quien normalmente está tras los teclados, pasa a apoderarse —con genial resultado— del micro principal. Justo antes de despedirse con otro de sus clásicos, esta vez Invierno Nuclear, dejaron caer otro corte inédito. Algo con alta presencia de samples explosivos de batería, esos a los que tanto cariño tiene Trippin’you.
Si hay algo evidente es que el regreso de La Plata merecía una celebración a la altura. El quinteto procedente de Valencia no había sacado nada de música desde su EP de 2019, lo que cambió hace muy poco. Victoria y Aire Nuevo son los dos últimos dos sencillos que han llegado esta primavera como adelantos de la que será su próxima entrega. Los asistentes a la velada en Madrid fueron de los primeros afortunados en escuchar este par de temas en directo, además de otros tres inéditos. Con el reloj marcando las seis en punto y los cinco en sus respectivos puestos, los primeros acordes de Enemigo retumbaron por toda la sala. Les siguió Incendio, que encadenaron con sorprendente inmediatez con Miedo. Sin hacer apenas pausas, cada integrante demostró tener un aguante envidiable con su instrumento.
Con un set de dieciséis canciones, la formación tuvo tiempo para repasar casi toda su discografía. Antes de llegar a la mitad, aprovecharon para expresar su enorme ilusión por la dirección a la que están dirigiendo su sonido. Ante un “¡No cambiéis nunca!” exclamado en tono jocoso por una voz anónima entre el público de La Riviera, Diego se mostró en desacuerdo. La Plata parecen más que dispuestos a recorrer caminos inexplorados. Se encuentran frente a “un aire de cambio, un aire nuevo”, como rezan los versos de uno de sus últimos lanzamientos.
A lo largo de la actuación, fueron intercalando novedades con clásicos de la joya que es su disco debut Desorden, como Tu Cama o Un Atasco. Todos ellos con una enérgica respuesta desde la pista en forma de aplausos, vítores e intentos de sumarse a cantar los nuevos estribillos. Como grupo que llevaba un tiempo sin dejarse ver en los escenarios, la presencia de los valencianos fue doblemente especial. Sin embargo, el pase llegaba ya a su fin con un tema tan apropiado como Me Voy. Al menos sabemos que lo que dice la letra en este caso no se aplica, y que La Plata ya ha vuelto. Queda claro que a ambas bandas están viviendo sus mejores momentos y que les aguarda un brillante futuro. Esperamos poder seguir disfrutando de él muy de cerca en la oscuridad de las salas.