Señor Kino. Noche de ensueño y distorsión 

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La formación mexicana Señor Kino sorprenden con un temple sosegado pero intenso en ‘Aurora Boreal’, su nuevo álbum

Señor Kino, que debutó en 2016 con un EP de sonido adolescente de punk playero y pocas pretensiones, surfea ahora nuevas olas. Aurora Boreal es el tercer álbum del quinteto procedente de Hermosillo, capital del estado mexicano de Sonora, y el dream pop su nueva fascinación. Lo que en sus inicios era desfase y cerveza barata ha pasado a ser algo mucho más parecido a Cocteau Twins que a FIDLAR. El imaginario del que la banda nos hace testigos en su disco resulta evocador. Sus letras están protagonizadas por cuerpos celestes, la naturaleza y metáforas preciosistas sobre estar o no estar. Canciones como Estrella Fugaz o Neblina parecen encerrar confesiones ocultas, recuerdos sin desencriptar plasmados directamente sobre el papel. Señor Kino le ha puesto música a las noches en vela de un verano a punto de comenzar.

Aurora Boreal es un disco de pocas palabras y mucho sentimiento, la cara A ya lo deja claro. Sueño, el tercer tema, es el prólogo instrumental perfecto a la siguiente pista. En este segmento del álbum se aprecia su producción ambiciosa y de gesto paciente, brillante al no apresurarse a extinguir las canciones antes de tiempo. Con cinco minutos de duración, Plantita es el tema más largo del LP. Aún así, podría extenderse el doble y no perder una sola pizca de su encanto. Todo desemboca en una atmósfera que invita a dejarse llevar, en la que los sintetizadores van y vienen. Los instrumentos quedan entremezclados con las voces corales de los integrantes del grupo, de los que cantan todos menos el batería.

La segunda cara empieza con la oda a la fugacidad del tiempo que es Polvo Estelar, a la que le sigue Kino. Seguramente los dos temas más melódicos del LP y dos grandes ejemplos del renovado sonido nocturno que ahora nos presenta la banda. A lo largo de su media hora de duración, el disco sugiere cierta continuidad temática que gentilmente se encarga de recoger Aurora Boreal. Una última canción que en su estrofa final conecta con el primer tema y con el que marca la mitad de esta entrega. Y lo hace contestando al primer verso de todo el álbum: “Pide un deseo / Pasó una estrella fugaz”. Cuya réplica es: “Que el meteorito no se estrelle en el bosque / Y que la neblina nos deje ver el camino bien”.

Muchos llegamos a Señor Kino a raíz de descubrir la estimulante y joven escena del surf-punk y el garage mexicano. Nada raro teniendo en cuenta como la ciudad de Hermosillo se ha convertido en una verdadera cuna del género durante la última década. Imposible no mencionar a Sgt. Papers o a Margaritas Podridas, prácticamente sus bandas hermanas. Con ellos han colaborado, han girado por el país y junto a otros proyectos encabezan el panorama independiente sonorense. Cada uno cultiva su actitud propia y, como demuestra el quinteto en este disco, siempre hay espacio para gratas sorpresas. Conviene no perderle la pista a nuestros amigos del otro lado del charco.