Tronco llega justo a tiempo para inaugurar la primavera 

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Jaime G.

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‘Nainonai’, el tercer LP de Tronco, llega repleto de letras que se manifiestan a favor de lo cotidiano, lo íntimo y la belleza de lo sencillo

Los hermanos Conxita y Fermí Herrero, conocidos como Tronco, no necesitan más que sus voces y su guitarra para crear baladas casi de la nada. Lo llevan haciendo desde que se estrenaron en 2017 con Abducida Por Formar Una Pareja, su disco debut. En 2018 llegaba Tralará, un álbum con título de onomatopeya al igual que este que llegó a nuestros oídos hace unos días, Nainonai. Más cándidos que nunca, el dúo barcelonés firma una nueva entrega en la que no se les resiste ni un recurso estilístico. Así lo demuestran en Volveré, un tema de apertura rumbero. En él, como si de la composición de un poema se tratase, juegan con la repetición en cada verso.

Cantarle a las cosas buenas y a los momentos felices es su especialidad, por eso traen el optimismo y dulzura que se espera de ellos. Una actitud que cala mucho más en tiempos grises, de ahí su Rumba Veraniega Para Tiempos Oscuros. “Me salvarán / Como siempre los poemas / Los fanzines y los temas”, dicen en I Am A Rock (Soy Una Roca). En La Casa De Tus Sueños, en menos de tres minutos, los dos hermanos construyen relatos de los que uno se imagina protagonista casi sin querer. En otros, como en Un Documento, las historias —contadas en formato canción al más puro estilo folk— van sobre ellos mismos. “Nos propuso la tercera / Y se la mandó a mi hermano”, canta Conxita refiriéndose a una foto perdida que les gustaría recuperar.

Dejalas Ir funciona como un primer breve interludio en el que el dúo sustituye los acordes de guitarra por una base electrónica suave. El instrumental digital permanece en la pista que le sigue, Menos Contigo, además de en otra serie de temas de la segunda mitad del LP. Ya sea en acústico o a través de arreglos y sintes minimalistas, la esencia de Tronco permanece. Es indiscutible que la producción detallada, cortesía de Eloy Bernal, y la naturalidad de Conxita y Fermí son grandes aliados. Por otro lado, entre las canciones estrella de Nainonai se encuentra Piropos. Es ingeniosa, desprende buen humor y recuerda inevitablemente a los héroes del antifolk The Moldy Peaches por como se solapan las voces de ambos. Igual de ocurrente es Con Las Manos En La Masa, un tema final que aquellos que sigan la pista al grupo recordarán de sus directos.