Los informes sobre Sarah y Saleem | Sobrevivir o arriesgar 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Con una narrativa que tiene muchos puntos en común con la de Asghar Farhadi, ‘Los informes sobre Sarah y Saleem’, la película dirigida por Muayad Alayan, es admirable en su voluntad por superar el romance inicial

Siempre hay algún momento, en la vida de cualquiera, en el que el dilema entre sobrevivir o arriesgar se presenta para probar el peso de nuestra moral. Tendemos a mirar hacia otro lado cuando nuestra confortabilidad, o la imagen que proyectamos, están en riesgo. Las sociedades que estamos construyendo nos amenazan continuamente con excluirnos del paraíso, si no somos lo suficientemente egoístas como para sabotear al otro y pasarle por encima, cuando no hay un valor visiblemente sustancial a cambio. La historia construida por Rami Alayan, guionista de Los informes sobre Sarah y Saleem ponen a prueba todo esto, incitándonos a cuestionar, como espectadores, no solo a los personajes principales, sino con ellos, a nosotros mismos.

Con una narrativa que tiene muchos puntos en común con la de Asghar Farhadi, manteniendo una tensión que arrastra a los personajes a un punto de no retorno, la película dirigida por Muayad Alayan es admirable en su voluntad por superar el romance para convertirlo en un tema que explica lo político, con mucha más suerte que otros filmes que indagaron en el mismo territorio, como veíamos por ejemplo en Omar de Hany Abu-Assad. En Los informes sobre Sarah y Saleem, lo meramente anecdótico configura una trama que se complica y avanza en un caos que finalmente se disipa, por el empeño de encontrar una vía para el aprendizaje que supone lidiar con lo ajeno.

La perspectiva más interesante de la película, de hecho, se abre con la transformación de los personajes, que nos obligan a cuestionarnos nuestros prejuicios iniciales. Bien sea porque en un principio podamos caer en el error de juzgarles, o porque ciertas escenas más provocadoras, no se esmeren en resultar lo suficientemente sutiles para no sobrecargar la pantalla. Los informes sobre Sarah y Saleem, no obstante, se desenvuelve sin ejercer una autoridad que el realizador rechaza conscientemente al ponerse a un lado para dejar que el conflicto inicial se resuelva sin una mediación aparente, con el arrojo de los nuevos tiempos y escuchando a las voces femeninas, que dignifican el relato.

La historia, fastuosa por momentos, acaba así resultando brillante porque es capaz de reconocer sus pretendidos desafíos, eliminando lo superfluo en una trama que evoluciona para explicar la importancia, además, de lo casual, que abre las puertas al caos de la existencia. Y en todo esto, sobresale la voz de la conciencia que nos convierte en individuos frente al desvarío colectivo que perpetúa los conflictos.
 

Tráiler de Los informes sobre Sarah y Saleem | StyleFeelFree Youtube