Rosana G. Alonso
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Será una de las películas que definirá esta década pero quizás algunos, desde el presente, no se sientan cómodos ni con las intenciones de ‘Nación salvaje’, ni con su impecable tono de serie b repleto de guiños a otras películas

Nación salvaje | StyleFeelFree
Fotograma de Nación salvaje | StyleFeelFree

Con Antother Happy Day Sam Levinson, por si su apellido pudiera levantar sospechas, se quitó de un barrido todos los posibles parentescos fílmicos con la obra de su padre, el notable realizador Barry Levinson, autor, entre otras películas, de las destacadas Diner, Rain Man o La cortina de humo. Su estilo en aquella cinta ya demostraba las señas de identidad de un joven que era un sagaz observador de su generación. Con un guion nada comedido en la escritura de sus personajes, tampoco tuvo reparos en servirse de ciertos convencionalismos, precisamente, para romper con ellos y hacer una perspicaz crítica social a los modelos familiares.

Ocho años después Sam vuelve con Nación salvaje dispuesto a explicar las conductas actuales, desde el punto de vista adolescente, en una película eminentemente gráfica que recurre a herramientas pop propias de la era de internet. Es evidente su predilección por el desgarro de la imagen visual que apela a la explosión cromática, el efecto de multipantalla o ciertos riffs musicales con célebres temas como 100 Bad de Tommy Genesis con Charli XCX, o In my Dreams de Antony and the Johnsons, ahora conocido como Anohni. En este sentido, por un lado se busca favorecer lo caótico. Por otro, en cambio, se persevera en el orden con guiños a muchas películas de género, como las películas japonesas de Sukeban, y otras tantas que han marcado ciertas pautas estilísticas en lo que representa la cinematografía contemporánea que abarca distintos ángulos. Desde Sofia Coppola en Las vírgenes suicidas y The Bling Ring, pasando por Sam Mendes en American Beauty, o teniendo en cuenta las primeras películas de Quentin Tarantino. No obstante, sin perder de vista ese sesgo de serie b que si aprovecha la estética de colegio estadounidense antes de pasar a la Universidad [muy característica de la cinematografía estadounidense más popular], es para centrar la atención en las nuevas generaciones que son las que tienen que liderar las nuevas demandas feministas tras el estallido del #MeToo, buscando abarcar todo su espectro y descentralizando la atención de lo puramente normativo en las identidades de género.

Sam Levinson en Nación salvaje tiene una mirada propia, honesta y efectiva en los modos que consigue desentrañar muchas de las claves de esta década

Cabría preguntarse, no obstante, si Nación salvaje es una película que ampara la lucha feminista o simplemente un subproducto que usa algunos de sus discursos para convertirlo en una imagen clicheada que pretende sacar provecho de sus demandas con un espectáculo vacío en contenido. No seré yo quien le tire ni la primera ni la última piedra a esta cinta. Pienso por el contrario que es un filme que bajo su aparente candidez y sus impulsos exagerados con marcadas influencias, Sam Levinson tiene una mirada propia, honesta y efectiva en los modos que consigue desentrañar muchas de las claves de esta década que está empezando a llegar a su punto final. El próximo período de los veinte, por lo que ya vemos e intuimos, serán años en los que se tratará de derribar los mejores y más justos argumentos de los últimos tiempos, independientemente de que también se hallan rentabilizado discursos por intereses personales. Y por supuesto, es sintomático de esto que se pueda juzgar Nación salvaje más allá de lo que es y aspira a ser. Un thriller que combina el terror y la venganza para que en clave satírica reflexionemos, si queremos, sobre la histeria de las masas y el papel de la mujer en todo este tinglado social que engañosamente, nos invita a vernos como protagonistas de una distopía en toda regla. Por todo ello, no me cabe duda de que posiblemente con el tiempo será una película clave, si bien menor, para entender muchas de las dinámicas de nuestros tiempos con el resurgir de los feminismos y la forma de relacionarnos en línea.
 

Tráiler de Nación salvaje | StyleFeelFree Youtube

 

SINOPSIS
Aunque ha pasado mucho tiempo, más de tres siglos, desde los famosos juicios por brujería de Salem, esta localidad podría volver a ser el epicentro de una nueva masacre. Tras el hackeo y la publicación de gran parte de la información íntima de algunos ciudadanos renombrados, Lily (Odessa Young) y sus tres mejores amigas (Hari Nef, Abra y Suki Waterhouse) se convierten, bajo la mirada de una sociedad típicamente patriarcal, en las principales causantes del desorden en Salem. El mensaje es claro: las zorras tienen que morir. Ahora ellas tendrán que defenderse para salvar sus vidas y su imagen pública.
FICHA TÉCNICA
Título original: Assassination Nation
Duración: 110 minutos
Dirección: Sam Levinson
Guion: Sam Levinson
Fotografía: Marcell Rév
Diseño de producción: Michael Grasley
Dirección artística: Jason Baldwin Stewart
Vestuario: Rachel Dainer-Best
Música / banda sonora: Ian Hultquist
Montaje: Ron Patane
Reparto: Odessa Young, Suki Waterhouse, Hari Nef, Abra, Anika Noni Rose, Colman Domingo, Maude Apatow, Cody Christian, Kathryn Erbe, Susie Misner, Danny Ramírez, Kelvin Harrison Jr., Noah Galvin, Joe Chrest, Jeff Pope, Jennifer Morrison, JD Evermore, Lukas Gage, Bill Skarsgård, Joel McHale, Bella Thorne
Distribuidora en España: Versus Entertainment
Fecha de estreno en España: 29 de marzo de 2019
FESTIVALES Y PREMIOS
Festivales:
Sundance Film Festival (2018)
Toronto International Film Festival – TIFF (2018)
Festival de Sitges (2018)
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