A medio camino entre el documental de exposición biográfica y el de intervención, ‘Testigo de otro mundo’, aunque flaquea en los modos, plantea preguntas relevantes y busca respuestas sobre el fenómeno OVNI

Testigo de otro mundo | StyleFeelFree
Fotograma de Testigo de otro mundo | StyleFeelFree

En el documentalismo cinematográfico se observa desde hace algunos años una acusada intencionalidad performativa. El realizador ya no parece tan interesado en la mera observación, sino en la posibilidad de participar e intervenir. Sin seguir el itinerario de Ross McElwee, partidario de investigar el entorno y lo que se encuentra en él a través de su propia experiencia y su alcance subjetivo, algunos documentalistas de nuevo cuño parecen más atraídos por participar del hecho, más que en explorar una circunstancia en la que está inmiscuido un personaje. Así es como encara Alan Stivelman su nuevo proyecto, Testigo de otro mundo, un documental al que añade alguna secuencia de ficción para escenificar las vivencias de Juan Óscar Pérez, un hombre que, parece ser, ha tenido varias experiencias con OVNIS. Como François Ruffin en ¡Gracias Jefe! o Rokhasareh G.Maghami en Sonita, el realizador de Humano, su anterior filme documental, descubre en Juan un objeto de estudio que abordar y ante el cual, hacer de guía, llevándole de un estadio A, a un estadio B.

La travesía que decide recorrer Stivelman para tratar de alterar el estado anímico en el que está ahogado su protagonista, se convierte así en un épico viaje que introduce al espectador en otras cuestiones, en principio, al margen del fenómeno OVNI en sí. Dispuesto a reconducir la historia que tiene entre manos se dirige a los guaraníes de Paraguay, un pueblo indígena también estudiado por Vincent Carelli en Martírio, otro documental en el que la presencia del realizador, aunque menos notoria, también acaba siendo motor que acaba por empañar el relato. El encuentro del realizador de Testigo de otro mundo con los guaraníes, a los que recurre al averiguar que Juan tiene antecedentes familiares de esta etnia, es fundamental para avistar nuevos horizontes que se divisan al abrir la narración a la dimensión espiritual. Hay un giro inesperado por este acontecer que se vuelve hacia asuntos que ponen de relieve la identidad, abriéndose a los modos de vida indígenas, desamparados ante los sistemas. A esta orientación, además, se le adhiere también la experiencia de la conciencia, cuando Alan Stivelman se reúne con el astrofísico Jacques Vallée, a quien entrevista en un contacto que hubiese sido más elocuente para el espectador si se hubiese optado por fórmulas más estilísticas. Testigo de otro mundo es precisamente en los modos donde flaquea, cuando las pistas que apunta, especialmente resaltando las distintas formas de conciencia y el descubrimiento de los génesis individuales, serían muy interesantes de seguir, si el propio realizador evitase que su presencia acabase por resultar un escollo que salvar.
 

Tráiler de Testigo de otro mundo | StyleFeelFree Youtube

 

SINOPSIS
Documental sobre el fenómeno OVNI que trata de desvelar el misterio al que tuvo que enfrentarse Juan Óscar Pérez, un solitario guacho argentino, que hace décadas fue testigo de un suceso anormal que lo ha sumido en un estado de shock, ya que sigue sin encontrar explicación a lo que presenció. El realizador Alan Stivelman contacta con Juan y ante la imposibilidad de aliviar el dolor que persiste en él tras su experiencia, viaja a Paraguay para visitar al pueblo guaraní. Asimismo, acude al astrofísico Jacques Vallée, que ya conocía el caso.
FICHA TÉCNICA
Título original: Testigo de otro mundo (Witness of another world)
Duración: 80 minutos
Dirección: Alan Stivelman
Guion: Alan Stivelman
Fotografía: Marcelo Lavintman, Federico Luaces
Dirección artística: Laura Aguerrebehere, Alicia Vazquez
Música / banda sonora: Miguel Miranda, José Miguel Tobar
Montaje: Yohan Fish
Distribuidora en España: Toned Media
Fecha de estreno en España: 14 de septiembre de 2018
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