Lucky | Harry Dean Staton y amigos 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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El actor John Carroll Lynch debuta en el cine con ‘Lucky’, una espléndida cinta, llena de sorpresas, que homenajea a Harry Dean Staton

Personajes legendarios en el cine ha habido unos cuantos. La industria se encarga de crearlos. Pero pocos han sido tan fascinantes, tanto en la pantalla como fuera de ella, como Harry Dean Stanton, actor y músico, que falleció poco después de interpretar su último papel protagonista en Lucky, una cinta que le homenajea en una singular e inspirada recreación de su yo sobredimensionado por lo cinematográfico, inmejorable retrato de una vida en la que difícilmente se puede distinguir entre la ficción y la realidad. Actor mítico de las películas de David Lynch y especialmente recordado por su impronta en Paris, Texas, la película más elocuente de Wim Wenders, nunca lo hemos visto tan enorme, en una vulnerabilidad escogida, como lo vemos a hora en Lucky, ópera prima del actor John Carroll Lynch, que sorprende tras la cámara con un guion de Logan Sparks y Drago Sumonja que hace suyo.

Lucky llega además en un momento muy oportuno en el que el cine lleva algún tiempo acercándonos nuevos protagonistas, subvirtiendo no solamente los géneros, sino también los ciclos de vida, mostrando ahora a personajes que se salen del rango de edad común hasta hace poco en lo cinematográfico. Quizás el pistoletazo de salida lo diese David Lynch con la extraordinaria The Straight Story. Una historia verdadera (1999) en la que igualmente participaba Harry Dean Stanton junto a Richard Farnsworth de principal, avanzando los que serían los nuevos modos de hacer en el siglo XXI. Desde entonces, tímidamente, hemos visto a actores octagenarios en algunos de sus mejores papeles, como a Christopher Plummer en Todo el dinero del mundo y Remember; o a Bruce Dern en Nebraska. Además, esto ha servido para cambiar la visión del cine asociada a la juventud y la belleza, dejando películas memorables como Amor, de Michael Haneke, con unos soberbios Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva. Lo cual, es una toma de conciencia de esas vidas-otras, rebosantes de historias, de experiencias, con nuevos modos de ver.

Por supuesto, Harry Dean Stanton en Lucky, es un todo. La película se debe a él. Pero Carroll Lynch no hubiese podido centrar de forma inmejorable a nuestro héroe, si no contase con una composición meticulosa y soberbia en la que el humor juega un papel muy importante, dando la sensación de que se quiere rendir pleitesía al mismo David Lynch, rememorando su sentido de la ironía, el espacio y el desenvolvimiento de los personajes en esos lugares de concurrencia. Si bien, hay asimismo un interés explícito por mostrar una cotidianidad que se revitaliza con estudiados planos de gran belleza formal, que nos descubren los recovecos del final de una vida llena de coraje. Iluminado y lírico pasaje de encuentros para la posteridad.
 

Tráiler de Lucky | StyleFeelFree Youtube