The Florida Project | Fábula hiperrealista 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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El género indie estadounidense, reinventado por Sean Baker, se vuelve poderoso en ‘The Florida Project’, una historia que entremezcla la tragedia con la esperanza

En los extrarradios de Orlando, a ambos lados de la US 192, una de las principales carreteras que conducen a Walt Disney World Resorts, los moteles y las tiendas de souvenirs se suceden explotando la magia de Disney. Sin embargo, la realidad es que estos supuestos lugares de paso, se han convertido en una especie de gueto donde se alojan turistas despistados o con poco presupuesto, y familias enteras que no pueden acceder a una vivienda digna, según constata Chris Bergoch, co-guionista y productor de The Florida Project.

Con este contexto actual y partiendo de unos cortometrajes cómicos, producidos por Hal Roach, sobre niños que vivían en la pobreza en las décadas de 1920 y 1930, The Florida Project en manos del realizador Sean Baker, el nuevo mago del indie que está insuflando aire fresco a la cinematografía estadounidense, se convierte en una película que combina el drama y la esperanza en una fábula hiperrealista y poderosamente humana, que pone de relieve la maternidad, distintas formas de maternidad, como en Alanis. Y sobremanera, la infancia. Una edad poco acentuada en el cine para adultos, que sin embargo está resultando ser una buena temática para mirar con otros ojos el mundo. El éxito reciente de Verano 1993 de Carla Simón, y más anteriormente de Goodbye Berlín de Fatih Akin, son una buena muestra de que se puede hacer un cine de interés social, más allá de las películas propiamente para niños.

Todavía muy poco conocido en España ya que The Florida Project es la primera película que se estrena en las salas españolas, Sean Baker despertó la curiosidad mundial cuando su anterior proyecto, Tangerine (2015), llamó la atención por su temática y métodos. Filmado con tres teléfonos iPhone 5s, esta cinta visibilizó a las prostitutas transgénero de Los Ángeles para volver a componer, como en Starlet (2012), una sugestiva historia de amistad y esperanza descubriendo, al mismo tiempo, la necesidad de exponer los márgenes sociales. Asombrosos resquicios desde donde mirar a la otra América, donde la tragedia encuentra sosiego en un envoltorio delicado en las formas, sin necesidad de aparatosos recursos que cuando prescinden de la creatividad, de poco sirven.

Lo singular en la cinematografía de Sean Baker, hasta el momento, e independientemente de los fascinantes modos que fuerzan la imagen de lo natural, es que prescinde de enfatizar per se cualquier rareza o frikismo como ocurre generalmente en los filmes de Todd Solondz o John Waters a los que estamos acostumbrados (muy rompedores y necesarios en el siglo XX, sobre todo en el caso de Waters ya que Solondz sigue apuntando maneras), para centrarse en lo puramente humano. Bien plantados en el siglo XXI, Baker parece consciente de las necesidades ya no solo de evidenciar otras esferas de la realidad, sino de que estas conecten verdaderamente con el público, con todos los públicos, enfocando la comprensión y la compasión en un cine de denuncia que escapa de lo sombrío.

The Florida Project es la película que acerca a una audiencia mayor la figura de Sean Baker, siendo también su cinta más comercial, sin caer en la tentación de endulzar artificialmente a sus personajes. Nos encontramos ante un realizador necesario para cambiar la anquilosada y caduca imagen del cine estadounidense asociado a los Oscars. Su única candidatura en los premios de la Academia —mejor actor secundario para Willem Dafoe— no deja de llamar la atención sobre una cinta en la que destacan poderosamente todas las interpretaciones —especialmente las de Brooklyn Kimberly Prince y Bria Vinaite, sin desmerecer el meritorio papel de Dafoe— y la sensacional fotografía de Alexix Zabé, que ilumina todo lo que toca, transformándolo en un lugar mejor en el que estar, aunque no sea el corazón de Disney. La luz que ilumina a su paso, acentuando todo el espectro cromático, es muy necesaria para hablar de la tragedia sin condescendencia. Eso sí, evitar en la medida de lo posible la versión doblada, donde la jerga y sus tonos propios, así como las voces infantiles, no quedan distorsionadas. El tráiler que sigue —doblado— es el que nos ha facilitado la distribuidora, pero mejora sustancialmente en la versión original.
 

Tráiler de The Florida Project | StyleFeelFree Youtube