Cartas de la guerra | Experiencia sensorial 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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‘Cartas de la guerra’, del portugués Ivo Ferreira, ofrece otra forma de narrar la guerra, de sumergirse en sus sinsabores, desde la poética absorbida del libro homónimo de António Lobo Antunes

Cuando escribir cartas se ha convertido ya en algo anacrónico a nivel mundial, una película como Cartas de la guerra que recupera el género epistolar, resulta como mínimo, un ejercicio interesante. Con todo lo llamativo que es volver sobre una forma de comunicación perdida, lo más sorprendente, en cambio, es como estas cartas, recitadas a través de una sugerente voz en off, sirven para contar la guerra, no importa tanto cual, de otra forma. Narrando en las ausencias a través de lo sensorial. La voz. Lo casi táctil. Los grises. Como si la mirada volviese cien años atrás aunque el relato esté centrado en una guerra de 1971, el conflicto armado que mantuvo Portugal en Angola.

Cuando estamos acostumbrados a que las películas bélicas se rememoren con un ritmo trepidante que no escatima en efectos, Cartas de la guerra se percibe de otra forma. Un oasis en el desierto. Refrescante porque aporta un punto de vista inusual a través del cual nos sitúa como espectadores que podemos sentir la derrota, el pesar; y sin embargo, el anhelo, la reflexión, la distancia y la presencia. Las ausencias.

Por otra parte para disfrutar de Cartas de la guerra hay que tener presente que el idioma portugués tiene una particular cadencia que crea la atmósfera necesaria para revivir las cartas reales que António Lobo Antunes escribió a su joven esposa, durante su reclutamiento como médico para la Guerra Colonial Portuguesa. En versión doblada habrá que ver si se conserva la misma cadencia, el mismo énfasis, la misma melodía sensorial que también estuvo muy presente en Tabú, más carnal, pero igual de deleitosa en las formas, de Miguel Gomes. El nuevo cine portugués, realizado por una generación de realizadores nacidos en los setenta, entre los que se encuentra además de Gomes y Ferreira, Joao Nicolau o Hugo Vieira da Silva, este último, con una cinematografía más experimental, es la voz de una generación que no callándose, guarda las formas, para hacer de la voz, a veces muda, un lugar para la reflexión.
 

Tráiler de Cartas de la guerra | StyleFeelFree Youtube