Lo tuyo y tú | Ahogando las penas en alcohol 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Desde una metodología muy sencilla en ‘Lo tuyo y tú’ Hong Sang-soo vuelve a entrar de lleno en los enredos sentimentales, donde se encuentra de maravilla, para a partir de aquí hacer un retrato de la sociedad surcoreana moderna, desde el prisma de las relaciones

Hong Sang-soo ya lleva casi una veintena de películas que giran alrededor del mismo tema. Las relaciones amorosas son su base de operaciones. A partir de aquí, todo puede pasar, con la velocidad que marca el día a día y la rutina conectada por lo emocional. Sin apenas guión, salvo pequeñas anotaciones, sus obras están medidas por una improvisación que surge de la propia experiencia vital, que no necesita más que seguir los pasos a personajes guiados en torno a una idea central que evoluciona acompañada, generalmente, por grandes dosis de alcohol. En sus películas nunca faltan los encuentros amenizados por cerveza, vino o soju que derivan en conversaciones en las que los sentimientos amorosos están en la cima de todas las preocupaciones de los personajes de Sang-soo, tan cercanos y accesibles.

Lo tuyo y tú, la última película del coreano, con la que se llevó la Concha de Plata al Mejor Director en el pasado Festival Internacional de Cine de San Sebastián 2016, no es un caso aislado. Hong Sang-soo no es un realizador al que le guste dar grandes giros o saltos. No busca la sorpresa o meterse en proyectos que no puede abarcar con las manos y el corazón. Quizás su anterior película, Ahora sí, antes no, fuese su cinta más curiosa porque servía como experimento psicológico. Pero en Lo tuyo y tú, no hay tentativa de ensayo. Hay, sin embargo, un interés más acusado de explorar en la identidad, en un yo que es tú y que se sirve de túnel a través del cual ahondar en territorios desconocidos que poco tienen de real, salvo porque nos hacen sentir vivos. Al fin y al cabo, ¿quién es el tú sino una proyección de la mente del yo? El amor romántico vuelve a ser el centro neurálgico de esta cinta. Mediante él, el espectador se mira y se ve por la acuciante necesidad de entablar vínculos con el otro, en sociedades que siendo tan lejanas, resultan tan cercanas. El mundo moderno se ha convertido en una cantina universal donde ahogar las penas en alcohol, para olvidarse de una existencia que no nos permite ver quiénes somos realmente. De otra forma, no se explica la empatía que generan las películas de Hong Sang-soo por medio de métodos tan simples que no buscan lo espectacular sino lo trascendental en lo intrascendente, lo banal, lo anecdótico. Un cineasta que si no engancha con la primera toma de contacto, es porque el cine de Hollywood ha conseguido que veamos la experiencia cinematográfica como una práctica para olvidarnos de qué estamos hechos realmente.
 

Tráiler de Lo tuyo y tú | StyleFeelFree Youtube