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Los nuevos cinturones no son tan nuevos salvo porque exigen otras pautas de estilo. Te contamos como llevar el complemento que sale del armario más canalla de los noventa
Indispensable para perfilar y concretar estilos, el cinturón, que tenía una aparición tímida en la moda de los últimos años, vuelve sin reinventarse. Estos toman su inspiración de los noventa, en un tiempo en el que las dos últimas décadas del siglo XX han inundado la pasarela y la calle hasta tal punto, que es como si retrocediésemos en el tiempo. Con los cinturones, no podía ser distinto. Y si en los últimos años su aparición fue tímida, cuando las prendas con elastano han dejado de ser las reinas de la pista, el uso de cinturón vuelve a ser inevitable, aunque al final siga siendo por puro adorno. De entre todos los modelos los que hemos visto desfilar con más prestancia en las últimas pasarelas son los de inspiración hip hop y skater que retoman los noventa como si Just a Girl cantado por Gwen Stefani, de No Doubt, siguiera sonando en la radio a todo volumen.
CLAVE:
Los actuales diseños de cinturones recuperan de la década de los noventa su arrogancia y sencillez. Una tira de tejido resistente que cuelga y se adapta no solo a pantalones sino a todo tipo de prendas. También se pueden llevar varios a un mismo tiempo, colocándolos a diferentes alturas.
Muy poco sofisticado, el nuevo cinturón lo único que pide es poco más que largo y destreza. Una simple cinta o correa, mejor si tiene la contextura de una cincha de nylon o de polyester, tipo a las utilizadas para seguridad, a la que se le añade una hebilla de clip, y ya tenemos nuestra pieza maestra de la temporada. Este tipo de cinturones que se popularizaron por las corrientes subculturales de los años noventa, en realidad tienen una historia ligada en un principio a los uniformes militares y posteriormente, a la indumentaria de trabajo en fábricas, ya que eran el complemento predilecto para sujetar los resistentes pantalones de marcas como Dickies, que precisamente en los noventa, dio el salto a la moda, cuando discurrieron meterse de lleno en la cultura del skateboarding patrocinando encuentros y vistiendo a skaters.
Volviendo a la forma que adopta este cinturón hoy en día, lo único importante es que cuelgue. En cuanto al largo, allá cada cual. Pero las normas de estilo se decantan incluso por llevarlo prácticamente a ras del suelo. Sí, el pasado vuelve a dirigir nuestras pautas de estilo pero exageradas o adiestradas con otras normas que cogen de aquí y de allá, conformando un batiburrillo de estilo que ciertamente parece de ayer. Pero, ¿qué ayer? Por mucho que queramos volver la vista hacia atrás nada es, ni puede ser, lo que fue.