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Los tejidos acolchados proliferan en la moda para hombre volviéndose versátiles. Esta temporada el puffer siempre resultará adecuado si se siguen ciertas pautas de estilo
Ya lo avanzábamos hace unas semanas, el estilo militar ha inundado las pasarelas masculinas para este otoño/invierno 2016. Por eso no es de extrañar que con la vuelta del puffer, una de las tendencias que más ha calado esta temporada tanto en la moda para hombre como para mujer, también haya diseños que apuesten por el distintivo gerrillero en el tono.
Con la proliferación de los tejidos neumáticos, no sorprende que el estilo sporty siga siendo el rey de las pasarelas marcando siluetas amplias y confortables en anoraks que apuestan por los tonos metálicos que parecen inspirados en las mantas isotérmicas , así como en el negro carbón en los atuendos de inspiración más indigente o canalla. Tal es el caso de la propuesta de Pyer Moss que utiliza el tejido acolchado incluso para pantalones de aspecto puramente punk, una aplicación que ya hemos visto también en la moda femenina en forma de faldas, vestidos y shorts.
CLAVE:
Nuestra apuesta favorita son los puffers con tejidos de colores aluminizados que recuerdan a las mantas térmicas con las que habitualmente vemos a los refugiados
Con la llegada de nuevos tejidos sintéticos que aportan suavidad, se logran además efectos dispares que van desde el aspecto lúrex, a la apariencia más opaca que recuerda a las bolsas de basura en estéticas más puramente antisistémicas, como ya lo hicieran en su momento Gareth Pugh o Vivienne Westwood. Si bien de esta estética, pasamos a su polo opuesto en chaquetas tipo sastre que aunque siguen devolviendo una mirada relajada, son perfectas para todo tipo de ocasiones, como las propuestas por Billy Reid o Comme des Garçons.
Directamente de inspiración ochentera, los plumas que marcaron una década y siguieron manteniendo el tipo en las siguientes, vuelven pero con diseños más rompedores que los propuestos entonces por firmas como la mítica Rock Nice en los ochenta y principios de los noventa; o Moncler, que aunque lleva más de sesenta años de historia, se popularizó ya entrado el siglo XXI, manteniendo su estatus de poder con grandes campañas publicitarias.