Kubo y las dos cuerdas mágicas | Los ideales heroicos se construyen con origami 

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Rosana G. Alonso

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Con una arrolladora y lograda puesta en escena ideada para el 3D, ‘Kubo y las dos cuerdas mágicas’ se inspira en la cultura japonesa para traernos una historia que magnifica la heroicidad asociada al anime clásico

Suele ser común que las películas de animación vengan acompañadas de guiones que tienden a consolidar ideales asumidos por la cultura popular. En Kubo y las dos cuerdas mágicas  del estudio estadounidense Laika, que ha ganado una gran reputación desde la buena acogida de Los mundos de Coraline, esa regla se consolida contribuyendo a que el mérito asociado a la implantación de grandes valores universales, pueda ser un arma de doble filo cuando los buenos y los malos no admiten medias tintas, o cuando los personajes están caracterizados con ciertos atributos que no dejan de ser estereotipos aceptados socialmente, que conectan rápidamente con el público contribuyendo a su generalización. Independientemente de esto y si bien es importante que el anime tome conciencia de sus posibilidades creativas para romper con esquemas prototípicos, en Kubo y las dos cuerdas mágicas  dirigida por Travis Knight, que además está a la cabeza de los estudios Laika, la majestuosidad de algunas escenas, especialmente las acuáticas, con un extraordinario Jardín de Ojos subacuático, es suficientemente efectiva como para hacernos olvidar de que la realidad y la ficción, generalmente en el anime, viven en mundos paralelos salvo en raras ocasiones como en Anomalisa  de Charlie Kaufman.

Sin embargo, y a pesar de unas caracterizaciones ramplonas pero muy bien diseñadas desde el punto de vista estructural, o de lo poco sorpresivo que se advierte el guion, es llamativo y muy sugerente que en el mismo argumento se cuestione uno de los pilares básicos de nuestro sistema social, la familia. Aquí sí resulta curioso cómo se entretejen las relaciones, aunque flaquean al estar sustentadas para alimentar esos grandes valores incuestionables que no admiten interrogantes, relacionados en última instancia con la idea del amor heroico. Kubo y las dos cuerdas mágicas  resulta en cambio extraordinaria si no obedecemos a cuestionamientos y nos dejamos guiar por su arrolladora puesta en escena inspirada en la cultura japonesa, que se magnifica con diseños realizados en origami pensados para cobrar vida en un 3D asombroso que nos invita a un viaje épico a través del cual los protagonistas [Mona, Escarabajo y el propio Kubo ] tendrán que enfrentarse a distintos peligros para recuperar tres objetos mágicos [la Coraza Impenetrable, la Espada Irrompible y el Yelmo Invulnerable  ] para liberarse de los malos, en un mundo ideal.
 

Tráiler de Kubo y las dos cuerdas mágicas | StyleFeelFree Youtube