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La moda masculina recobra la libertad de los noventa con pantalones baggy que se actualizan a los nuevos tiempos. ¿Podemos decir definitivamente adiós a los pantalones slim para hombre?
A principios de este siglo el diseñador francés Hedi Slimane, desde Dior, relegó los pantalones baggy para hombre al fondo del armario con su estilo skinny-rockero que comenzó calando en la esfera urbana más indie y acabó penetrando en todas las capas sociales. Durante una década el hombre se enfundó en sus piti como si hubiese encontrado una segunda piel que le hacía sentir en sintonía con su tiempo manifestando una masculinidad que traspasó lo andrógino para encontrarse en un terreno propicio desde el que similar un halo de indocilidad. Ahora, los nuevos pantalones holgados que recuperan su esplendor en la moda masculina estallando esta temporada después de más de una década en desuso y que vuelven por intermediación de lo sporty, ganan la partida al estilo slim, aunque este siga marcando las pautas en la calle por eso de que es difícil barrer de una sentada tantos años de dictadura de la figura pitillo. Un imperio que ostentaba victorioso la arrogancia de la silueta, de la que la primera en desprenderse ha sido la mujer aunque tímidamente ya que los mitos de lo femenino que exigen la exhibición de las formas y ciertas parafernalias cosméticas, siguen siendo una muleta en la que apoyarse en una sociedad anclada todavía en estereotipos difíciles de eliminar.
CLAVE:
Opta por pantalones baggy de amplias perneras pero olvida llevarlos caídos, la cinturilla vuelve a su sitio lo que permite que se adorne con cordones o cinturones de tela
Con la vuelta del pantalón más que ancho, extra-ancho, cambian las tornas. Primero fueron los rapers de los ochenta y noventa. En los noventa también fue absorbido por toda la cultura skater. De hecho, fue en esta década donde encontraron su mejor momento para manifestarse como tendencia que no dejaba de ser contracultural en una época en que lo contracultural aún era posible, porque la moda todavía no había desarrollado la maquinaria del lowcost devora todo. Ya durante los 2000, pasaron a mejor vida. Por eso, solo era cuestión de tiempo que volvieran. Un hecho es simple que se ratifica con un asentamiento definitivo en las pasarelas donde hemos podido ver un cuantioso número de marcas que han recuperado este estilo, después de alguna temporada en la que ya se anunciaba el cambio de silueta que todo apunta a que irá poco a poco asentándose hasta convertirse en regla. Pero a diferencia del pasado siglo cuando los baggy en su versión baggy bill exigían una cinturilla enorme para poder llevarlos haciendo gala de la ropa interior, actualmente las firmas prefieren marcar la cintura optando por siluetas extralarge pero que conservan un rigor estilístico en la parte superior que no pocas veces está adornada con lazos, cordones o cinturones confeccionados con el mismo tejido que el del propio pantalón. Definitivamente, los pitis, con el relevo de Slimane que acaba de abandonar Yves Saint Laurent, posiblemente porque no ha sabido renovar un estilo que resultó ser demasiado propio viendo que no ha sido capaz de innovar desde una visión más abierta al mundo y sus necesidades, tienen los días contados. Chicos, ir despidiéndoos de vuestros pantacas favoritos. La moda avanza en un mundo de vértigo y ahora lo grande manda, al menos, de cintura para abajo.