La ley del mercado | Los sistemas injustos y sus consecuencias 

• Acerca de
• Últimas entradas

Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

Últimas entradas de Rosana G. Alonso (ver todo)

• Dying | FICX 2024 - 20 noviembre, 2024
• When the Light Breaks | FICX 2024 - 19 noviembre, 2024
• tú me abrasas / You Burn Me | FICX 2024 - 18 noviembre, 2024

En ‘La ley del mercado’ Stéphane Brizé traza una realista y desesperanzadora instantánea de la precariedad laboral que rige en el nuevo panorama laboral europeo

El título de la última película de Stéphane Brizé, La ley del mercado, no puede ser más explícito y eficaz. La realidad laboral actual la conocemos de sobra. Las grandes empresas han desbaratado muchas producciones en países desarrollados para llevarlos a otras partes del mundo donde la esclavitud es legal. Legitimados además por las leyes, todos sabemos cuáles son las consecuencias de estas estratagemas pensadas para que los inversores de estas multinacionales aumenten sus beneficios.

El panorama sigue siendo desolador y no parece que vaya a mejorar mucho si nos paramos a pensar en las perversas políticas vigentes que están destruyendo eso que conocíamos como sociedad del bienestar. De hecho, en los últimos años, la precariedad laboral ha dejado un panorama desolador en muchos países de Europa. Por eso, aunque La ley del mercado esté localizada en Francia, su acción es extrapolable a muchos otros escenarios. Cursos del paro que no sirven para nada, entrevistas de trabajo — ahora por teleconferencia — que parecen diseñadas para humillar al demandante de empleo y en última instancia, trabajos mal remunerados y que atentan contra la moralidad en sociedades que tienden cada vez más a la amoralidad.

Como un Ken Loach en algunas de sus mejores cintas, el realizador francés se enfrenta a esta La ley del mercado  dispuesto a trabajar los ángulos muertos y la espontaneidad sin ningún tipo de florituras. Su gran baza, un Vincent Lindon en el papel principal que construye toda la película con gestos tan locuaces y conmovedores que pareciera que es el único no actor de un equipo artístico conformado por actores improvisados, no profesionales, ejerciendo de ellos mismos. Algo que, a fin de cuentas, consigue dotar a la película de una humanidad casi documental que no pretende lisonjear al espectador sino vapulearle para que se sienta incómodo y reflexione. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para tener o conservar un trabajo? ¿Persiste la moralidad en las sociedades contemporáneas? Y en definitiva ¿Qué significa una vida al servicio de trabajos que no tienen garantía ni recompensa de ningún tipo?
 

Tráiler de La ley del mercado | StyleFeelFree Youtube