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Consejos de estilo para las últimas noches del año. Tras años de excesos en la moda femenina, la sobriedad deja paso a formas más relajadas en los vestidos de fiesta
Después de escotes que convergían en un punto de fuga que evidenciaba lo que el contorno de la silueta ya anunciaba, la moda al fin permite también un respiro a la mujer para vestirse en celebraciones que exigen un aire más suntuoso que el día a día.
Las claves de esta nueva sensualidad menos exhibicionista están marcadas por escotes de poco recorrido que conjuntan con vestidos o trajes de dos piezas en donde las mangas son las protagonistas evidenciándose largas o extralargas. Un apunte de estilo que contrasta con los vestidos sirena ajustados al cuerpo y sin mangas que empiezan a resultar anacrónicos después de que la temporada pasada ya se presagiasen las nuevas pautas de estilo que por primera vez en tiempo, permiten también cierta liviandad y confortabilidad a la noche. Cuando además las temperaturas en el hemisferio norte son duras para pavonear encantos, los parámetros que ahora marcan la pauta permiten también que el calzado sea acorde a la inverosimilitud impuesta a la mujer para vestirse de gala, quedando las sandalias relegadas para mejores ocasiones.
CLAVE:
Aunque cualquier largo es apropiado, como novedad para vestir la noche destaca el largo midi que se recupera del día para un estilo más informal que permite incluso llevarlo con botines
En tonalidades que abarcan un abanico amplio de plomizos y dorados, combinándose incluso entre sí en una mezcla fulgurosa que ilumina como una noche estrellada, la vestimenta para estas fiestas y las que sigan el próximo año hasta la entrada de la primavera, está plagada de brillos que recuperan el glam de los setenta, década de la que también se recobra la predilección por peinados naturales, sin recogidos ampulosos. Por ello, si se prefiere algo de énfasis en el estilismo, mejor optar por una única pieza de joyería o bisutería en forma de brazalete, pendientes o gargantilla que den mayor identidad al conjunto. O bien, elegir un cinturón de hebilla cuadrada que robustece al tiempo que define una silueta que se relaja. La nueva silueta convenida en una sencillez de volúmenes y cortes, deja paso a pequeños gestos que vuelven a hacer gala del menos es más. Nunca hasta ahora la sobriedad había sentado tan bien porque se enlaza con lo práctico y una naturalidad exenta de parafernalias incómodas.