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Descubre las claves de cómo llevar las faldas largas de estilo campesino o gypsy, una de las opciones más versátil para esta temporada Otoño-Invierno
Si ojeamos cualquier cabecera, supuestamente prescriptora de tendencias, a principios de temporada, a no ser que seamos unos coolhunters avezados, es fácil que acabemos con la sensación de que no hay nada nuevo en el mercado de la moda. Las tendencias de temporadas anteriores se colapsan a las nuevas. Las que se olvidaron por despiste, resucitan ahora. Las grandes marcas imperan la marcha y tras ellas, con tal de darles cabida, todo es válido. ¿Sabemos entonces realmente cual es el juego que impera esta temporada? Una de las claves, temporada tras temporada, siempre está en conocer cuál es el largo que prevalece y que siluetea nuestro armario.
Este Otoño-Invierno en cuestión de faldas, la palma se la llevan las faldas largas adoptadas de mil formas que básicamente podríamos resumir en cuatro estilos: el monacal, el imperio, el romántico y la más versátil y práctica, el modo campesina o gypsy. Este último, nuestra opción favorita para esta temporada. Las razones acabamos de exponerlas, pero siendo más explícitas diremos que combinan estupendamente con jerséis y chaquetas amplias, se adaptan al calzado que elijas sin ningún tipo de rigidez y favorecen un look casual que no precisa de etiqueta ya que la apariencia boho, subyacente a este estilo, no exige formalismos sino que casa bien con la improvisación que deriva en un cierto aire grunge 90s.
CLAVE:
Para el día elige faldas largas de estampados con aire romántico y deja para la noche los lisos, prefiriendo el negro y los tejidos brillantes para acertar de pleno
Acotemos ahora el estilo. El estilo campesina o gypsy pasa por adoptar faldas a ser preferible de tejidos volátiles y ligeros, precisamente para contrarrestar con pullovers de punto grueso o amplias chaquetas que provocan una languidez en la silueta. A ras de suelo o por los tobillos, este estilo contrasta con el resto de estilos propiciados por las faldas largas, por su liviandad y poca aparatosidad, convirtiéndose en un atuendo excelente para conseguir un aspecto bohemio, desenfadado y dinámico que permite actualizaciones para el día y la noche.