- El rojo sangre gana la batalla de la moda - 27 octubre, 2024
- Mujeres con corbata. La profanación de un fetiche - 13 septiembre, 2024
- Minivestidos de corta y pega - 6 abril, 2024
Con la vuelta al confort, el cuello cubano se recupera como una forma de reivindicar el optimismo y la libertad de expresarse de forma más holgada
Se precisan aires nuevos, frescos. Hace ya unas temporadas que veníamos anunciando la necesidad de una vuelta al confort en todos los sentidos. Estos cambios, como no podía ser de otra forma, se evidencian en la moda. Y el cuello cubano, identificado por su peculiar escote en v adornado con una pequeña solapa, adelanta estos cambios. La austeridad, la cerrazón a cal y canto que pone a uno arriba y al otro abajo, el clasismo identificado en ciertas formas de entender la etiqueta social, definitivamente, no están en alza. Todos los cambios, los que se demandan, vienen precedidos por una forma de abordar, en primer lugar, la propia identidad. No hay más que ver el uso casi extinto de la corbata. En contraposición a ese uso en decadencia y después del cuello cerrado hasta el último botón con un aire de sobriedad folk, el cuello cubano se impone también como una forma de recuperar esa necesidad de carpe diem, de retorno al paraíso que en verano sienta tan bien.
El cuello cubano se impone esta temporada primavera-verano como una forma de acercamiento y libertad que no impide la individualización. Adóptalo en estampados tropicales y manga corta para un aspecto sport, aunque también puede acompañar un estilo más elegante con los complementos adecuados.
El cuello cubano recuperado de los años cuarenta y cincuenta cuando traspasó fronteras de la mano de figuras como Elvis Presley, es también una forma de volver a un vintage playero y canalla al más puro estilo Scarface. Por eso los estampados que mejor le sientan son los que incorporan motivos isleños o exóticos que admiten también toda la gama cromática. En un momento en que Cuba parece tomar medidas aperturistas cuestionables, el cuello cubano en la moda no deja por ello de ser una forma de hacer más afín lo que separa a unos y otros. La libertad tiene que apuntar hacia la apertura, no hacia la exclusión.