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‘Maps to the stars’, la última película de David Cronenberg, se revela como una crítica mordaz y acertada de la industria del cine hollywoodiense
El camino hacia las estrellas es difícil. Y lo peor no es en sí la trayectoria, sino la meta. Llegar a la cima de las estrellas, más aún si la cima está en Hollywood, ciega. Bruce Wagner parece conocer muy bien estos mapas personales que traza la industria del cine más poderosa del mundo y le presentó Maps to the Stars, el guión que escribió siendo conductor de limusinas —como el personaje que interpreta Robert Pattinson en la cinta— a David Cronenberg, uno de los directores más singulares de los últimos 50 años, que ha sido capaz de virar hacia nuevos registros y temáticas, manteniéndose fiel a ese gusto suyo por las sombras y el suspense en guiones propios y ajenos, unas veces resbalando —sus dos últimos filmes, Un método peligroso y Cosmopolis no han sido sus mejores propuestas— y otras, demostrando su magistral fuerza expresiva como en sus historias de gánsteres más recientes A history of Violence (2005) o Eastern Promises (2007) con las que demostraba su capacidad de jugar a todos los palos después de ser el maestro indiscutible del lado oscuro de la ciencia y la mente humana, como en eXistenZ o Spider.
Y aunque a juzgar por el tráiler no parecía que esta cinta tuviese mucho más valor que sus precedentes, se revela como una crítica mordaz y acertada de la industria del cine Hollywoodiense. Robert Altman ya percibió lo atractivo que podía resultar la propia industria como inspiración para una película en El juego de Hollywood (The Player, 1992) después de la brillante El crepúsculo de los Dioses (Sunset Boulevard) que nos trajera Billy Wilder en 1950, pionera de esta atracción que suscitan los reveses de la industria y el lado más turbio del star-system americano. Lo significativo de Maps to the Stars es sin embargo una contemporaneidad que se entrelaza con la fantasía para construir un relato que resulta vívido gracias a la construcción de unos personajes arrolladores y espléndidos. No hay más que ver a Julianne Moore, tan mezquina, grotesca y detestable como absolutamente creíble, precisamente por esos rasgos que interpreta asombrosamente bien, consiguiendo una actuación incluso mejor que en Siempre Alice por la que ganó el Óscar a mejor actriz en este 2015. Pero tampoco se queda atrás Mia Wasikowska en un papel que le encaja mejor que la ñoña Alice in Wonderland, sacando provecho aquí de un papel complejo en el que exterioriza logrados registros que se desarrollan entre lolita-víctima-verdugo con una fantasía de ángel exterminador. Un recurso, el de la fantasía, que no deja de ser una metáfora de la psicosis colectiva por el reconocimiento, lo vertiginoso de subidas y bajadas infernales, la presión y el no-control de vidas humanas que se deshumanizan en una ciudad, Los Ángeles, que se muestra claustrofóbica y absorbente, poblada de fantasmas y secretos. Puro Cronenberg.
Título original: Maps to the Stars
Dirección: David Cronenberg
Guión: Bruce Wagner
Reparto: Julianne Moore, Mia Wasikowska, John Cusack, Evan Bird, Olivia Williams, Robert Pattinson, Kiara Glasco, Sarah Gadon, Dawn Greenhalgh, Jonathan Watton, Jennifer Gibson, Gord Rand, Justin Kelly, Niamh Wilson, Clara Pasieka, Emilia McCarthy, Allegra Fulton, Domenic Ricci, Jayne Heitmeyer, Sean Robertson, Ari Cohen, Joe Pingue, Christian Lloy, Donald Burda, Carrie Fisher
Fecha de estreno España: 27 de Febrero de 2015