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La bomber se reinterpreta y descontextualiza adoptando nuevos usos y siluetas, que marcan el camino del diseño hacia la innovación
Este invierno ya avanzábamos, dentro de las tendencias masculinas, el uso de la cazadora bomber sobrepuesta a chaquetas traje. Lo vimos en Marni y nos encantó. Ermenegildo Zegna también recurrió, la temporada que ya estamos dejando atrás, a este estilismo para romper con la monotonía del uniforme masculino. Pues si la bomber ya llevaba unas temporadas con mucha presencia, esta primavera-verano 2015 algunas firmas siguen decididas a reinventarla no sólo en la forma de llevarla sino también modificando su patrón básico. Y aunque muchas son también las marcas que siguen adoptando la bomber clásica tanto en forma como en el modo de estilizarla, en StyleFeelFree nos decantamos por las que rompen moldes. Estamos a medio paso de entrar en los veinte del siglo XXI y también se nota que los cambios, por mucho que la moda últimamente mire más hacia atrás que hacia delante, están aquí, en el presente, mirándonos con desafío.
CLAVE:
Si no puedes hacerte con una bomberak, un juego de superposiciones es lo más acertado para vestir tu bomber
De esta dinámica destacamos los diseños rompedores propuestos por Casely-Hayford que nos presenta una bomber deconstruída tipo bomberak situándose como una combinación entre chaqueta bomber y anorak, idea que también adopta Kris Van Assche. La otra cara de la descomposición de la cazadora por antonomasia, pasa por atreverse con estilismos que la enmarcan superpuesta a chaquetas de silueta clásica, una combinación esta que visiblemente no resulta tan chocante como cabría de esperar y que ya veíamos este otoño. Lou Dalton, Ami o Phillip Lim siguen ese mismo camino con bastante acierto.
La bomber que comenzó su andadura en la vestimenta con su introducción en el ejército de aviación, ha dado desde entonces muchos saltos aunque no tanto en su hechura como hasta ahora. Eso sí se la han apropiado tribus y colectivos de lo más dispares. Desde las estrellas de hollywood en los cincuenta hasta los mods, scooterboys, skinheads o los hip hoperos ya en los noventa. El siguiente paso sólo podía pasar por sacarla de sitio descontextualizándola. Llevarla sobre el traje sastre es de hecho una de las opciones que más nos gusta.