El MACBA de Barcelona recupera el legado plástico de Osvaldo Lamborghini 

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El escritor Osvaldo Lamborghini además de escribir realizó una extensa producción de collages y obra gráfica, en su etapa de Barcelona, que ahora recoge el MACBA

A veces ocurre que un artista acaba siendo reconocido como tal décadas después de su muerte y a veces, además, resulta que su obra resulta más contemporánea décadas ulteriores a su producción. Osvaldo Lamborghini (Buenos Aires,1940 – Barcelona,1985), escritor maldito, que a día de hoy sigue siéndolo —sus obras no están consagradas al gran público y en algunos casos, su escasa obra literaria es difícil de conseguir— a parte de escribir con una contundencia de estilo fijada en la violencia —física y sexual—, la ironía y consagrada a las debilidades humanas desde un tono poético que no evitaba la rudeza, elementos que reconocemos también en la obra de Charles Bukowski o el estilo cinematográfico de R. W. Fassbinder y Pier Paolo Pasolini —cineastas a los que identificó como fuentes de inspiración—, fue también excelso en la producción de collages y obra gráfica en su etapa en Barcelona (1976-1985) a donde llegó desde el exilio. Concretamente esta etapa en la ciudad condal, una de las más prolíficas, es la que recupera el MACBA de Barcelona con la exposición Teatro proletario de cámara  que recoge una compilación de inéditos trabajos plásticos que realizó en Barcelona entre 1981 y 1985.

Con el reconocimiento que el Museu d’Art Contemporani hace de su labor artística, su nombre se hace eco en el circuito artístico en un momento precisamente en el que sus creaciones adquieren mayor significado por los contextos actuales y la estética imperante. Además se traza una nueva cartografía de la década de los ochenta a través de su personal trayectoria que muestra una radicalidad explícita y aguda de los ochenta barceloneses. Aquí se podrá apreciar el libro-objeto que se rescata para darle título a la muestra Teatro proletario de cámara  y que es un tratado de más de 500 páginas en el que se dan cita la fauna política de la época lo que viene a entenderse como una crónica corrosiva de la Barcelona preolímpica. También se recobran sus más de veinte libretas artesanales en las que alternó el fotomontaje con la crónica política desde un modo de hacer de diario personal. Otro de los hallazgos son las 73 láminas collages de gran formato con dibujos expresionistas e imágenes recicladas de panfletos pornográficos de aquel período, así como sus intervenciones pictóricas y fotográficas en más de una docena de libros procedentes de los mercados de saldos editoriales. Estos tuneados  confieren una nueva naturaleza que difiere de los mensajes estereotipados que contenían los ejemplares apropiados y reinventados. Finalmente, se podrán observar una selección de la biblioteca personal del escritor conjuntamente a los libros publicados por él mismo en sus ediciones originales junto a distintas revistas con las que colaboró y manuscritos redactados y corregidos de su puño y letra.