Siempre Alice | Julianne Moore pone rostro al alzheimer 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Richard Glatzer y Wash Westmoreland adaptan el bestseller ‘Siempre Alice’ que toca el tema del Alzheimer de diagnóstico precoz, a través de un caso real que protagoniza de forma encomiable Julianne Moore

Hay papeles que son un regalo para los actores. En Siempre Alice Julianne Moore destaca sobremanera no sólo por su lograda interpretación sino porque el tema del Alzheimer de diagnóstico precoz sobre el que trata la película y que afecta al personaje interpretado por Moore, es un filón y no sólo comercial. La actriz americana ha sabido aprovechar la ocasión que le brindó este papel con una lograda interpretación que le ha valido el Globo de Oro recientemente y la nominación a los Óscar que se celebrarán el próximo 22 de Febrero. Y todo apunta además a que posiblemente se lo lleve después de varias candidaturas sin éxito.

La película dirigida y escrita por Richard Glatzer y Wash Westmoreland, que ya habían destacado en el festival de Sundace 2006 con Quinceañera, está basada en el bestseller homónimo escrito por la científica neuróloga y escritora Lisa Genova que relató cómo se enfrentó al EA una joven profesora de Harvard, Alice Howland, y su lucha por tratar de conservar una identidad que desde el momento del diagnóstico, empezaba ya a ser difusa, también por el estigma social asociado a un estilo de vida que le exigía un 100% de sus facultades cognitivas. Con un reparto estelar encabezado por Moore bien acompañada por Alec Baldwin que interpreta al marido y Kristen Stewart, la hija pequeña, la película se revela como un reclamo popular que dejará varios cuestionamientos que giran en torno a dos ejes básicos, la familia y la enfermedad. Por un lado la familia como soporte principal sobre el que recaerá el peso de la enfermedad cuando esté avanzada y que bien podría ser causa de conflictos que pueden generar la dependencia. Aunque también derivado de esto se plantea otra cuestión, el del altruismo que germina en familias con sólidas estructuras, lo cual lleva a pensar en su antítesis, el desamparo y la vulnerabilidad que podría asistir a un individuo sin lazos afectivos sólidos. Por otro lado la enfermedad del Alzheimer, comúnmente asociada a la vejez, nos presenta una realidad distinta que asusta y que plantea diversos debates, desde la necesidad de una investigación científica con fines públicos que aporte luz no sólo a una posible mejora de las condiciones de vida de las personas que la sufren, sino también al imperativo de dar respuesta al por qué está creciendo de forma significativa este desorden neuronal en las sociedades avanzadas. Y también otro tema crucial que parece querer evitarse, el de la eutanasia y el derecho a una muerte digna.

Sólo por estas cuestiones que transcurren sutilmente por la cinta, de gran calado actual, dejará una huella en el espectador si bien no se incide en malograr el filme con recursos de melodrama. Liviana y casi etérea pero al mismo tiempo robusta y lúcida en la lobreguez de un estado mental confuso, Moore, retratada con contención, se muestra soberbia en los estallidos de pánico que generan la enfermedad en sus inicios. Una fragilidad y solidez que encajan muy bien con el perfil de la actriz y que consiguen generar una inevitable empatía en el espectador.
 

Tráiler de Siempre Alice de Richard Glatzer y Wash Westmoreland | StyleFeelFree Youtube